MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) - La economía de China, la segunda mayor del mundo, registró una expansión del 4,8% en el tercer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2024, según el dato publicado este lunes por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el más débil en un año, en medio de las tensiones comerciales y la debilidad del consumo interno, pero que deja al alcance la meta anual del Gobierno chino de "alrededor del 5%".
En concreto, el crecimiento del PIB de China entre julio y septiembre supone una desaceleración de cuatro décimas respecto del crecimiento interanual del 5,2% del segundo trimestre, después de la expansión del 5,4% en el primer trimestre de 2025 y el último de 2024.
No obstante, en datos trimestrales la economía china logró mantener un ritmo de expansión del 1,1%, en línea con el observado en el segundo trimestre de 2025.
De este modo, el crecimiento del PIB de China en los nueve primeros meses de 2025 fue del 5,2%, incluyendo una expansión del sector primario del 3,8%, mientras que la industria creció un 4,9% y el sector servicios un 5,4%.
La Oficina Nacional de Estadística china ha destacado que la economía nacional "mantuvo un impulso de desarrollo estable de progreso contra la presión", con un crecimiento sostenido de la producción y la oferta, mientras que el empleo y los precios se mantuvieron generalmente estables. "La economía nacional demostró una sólida resiliencia y vitalidad", ha resumido la agencia.
"Los datos del PIB del tercer trimestre mantienen a China en camino firme para alcanzar el objetivo de crecimiento de este año de alrededor del 5%, y podrían reducir la urgencia de tomar medidas más inmediatas", ha comentado Lynn Song, economista jefe para China de ING Research, para quien "salvo una desaceleración drástica en el cuarto trimestre", China probablemente logrará alcanzar su objetivo anual de crecimiento de "alrededor del 5%".
Por su parte, Sheana Yue, economista de Oxford Economics, ha advertido de que, si bien los datos del tercer trimestre han superado ligeramente las expectativas de consenso, la tasa de crecimiento general oculta un rendimiento superior del sector externo que compensa la aún débil demanda interna, por lo que, sin un aumento significativo de los estímulos, "dudamos que el crecimiento del PIB de este año supere nuestra previsión del 4,8%".
"A corto plazo, seguimos esperando apoyo macroeconómico específico durante lo que resta de año para evitar un desplome económico", apunta Yue, para quien los responsables políticos chinos podrían estar "guardando munición" para principios de 2026, por lo que su impacto en los indicadores clave de actividad solo se manifestará varios meses después. "En consecuencia, hemos elevado nuestra previsión del PIB para 2026 en 0,1 puntos porcentuales, hasta el 4,1%", ha comentado.