La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) ha acordado crear un banco de desarrollo adscrito directamente a este bloque geopolítico en lo que supone un espaldarazo a las tesis defendidas por el presidente de China, Xi Jinping, que abanderaba esta opción frente a la posición de Rusia, que era partidaria de que Pekín se integrase en una entidad ya existente controlada por Moscú.
"La iniciativa de crear un banco de desarrollo para la OCS, propuesta por China hace más de diez años, finalmente se ha materializado. Esto supondrá un fuerte impulso para el desarrollo de las infraestructuras y el desarrollo socioeconómico de los países miembros", ha afirmado este lunes el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, durante una comparecencia recogida por Europa Press.
La constitución del banco es una victoria diplomática para China, que lleva desde 2010 intentando sacarlo adelante sin éxito por la oposición rusa, que prefería que el 'gigante asiático' entrase en el Banco de Desarrollo Euroasiático. Según su informe anual de 2024, este está controlado al 44,79% por Moscú pese a tener su sede en Almaty (Kazajistán).
El gabinete de Vladimir Putin prefería la entrada china en el banco euroasiático para diluir el poder de Pekín frente a una entidad de nueva creación. Xi ha instado en esta misma jornada a constituir el banco "lo antes posible".
Además, el mandatario chino ha presentado en la cumbre una plataforma de cooperación para las industrias 'verdes' y energéticas, ha prometido préstamos por 1.400 millones de dólares (1.197 millones de euros) durante los próximos tres años para los Estados miembro y ha abierto la puerta a que estos adopten el sistema satelital chino BeiDou, rival del GPS de Estados Unidos.
La organización, fundada en 2001 e integrada por China, India, Rusia, Pakistán, Irán, Kazajistán, Bielorrusia, Uzbekistán, Kirguistán y Tajikistán, busca forjar alianzas internacionales alternativas a Occidente, a la que acusan de "mentalidad de Guerra Fría".