MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Sanidad ha advertido este miércoles de los riesgos para la salud que tiene consumir suplementos de vitamina D sin indicación ni supervisión médica, destacando la importancia de hacer siempre un uso racional y basado en la evidencia científica.
"Aunque la vitamina D cumple una función esencial en el metabolismo óseo y en la regulación del calcio, su uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados, con el fin de evitar intervenciones ineficaces o potencialmente perjudiciales", señala un comunicado del Ministerio.
El aviso lanzado por Sanidad surge a raíz de una alerta sanitaria en Baleares, donde 16 personas tuvieron que ser hospitalizadas por hipervitaminosis D, es decir, niveles demasiado altos de vitamina D. Estas intoxicaciones se produjeron en personas sanas que habían consumido un suplemento defectuoso de venta 'online', lo que les provocó hipercalcemia, insuficiencia renal y arritmias.
Asimismo, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha documentado casos previos de hipercalcemia grave por sobredosificación en adultos y menores.
En este sentido, Sanidad ha hecho hincapié en que no se consuman este tipo de productos si no hay una indicación médica precisa, ya que una suplementación inadecuada puede provocar efectos adversos, sobre todo cuando se exceden las dosis recomendadas. Además, ha añadido que la evidencia disponible no sustenta de manera concluyente los beneficios no músculo-esqueléticos atribuidos a esta vitamina.
Al hilo, el Ministerio ha recordado que la realización de análisis diagnósticos para determinar los niveles de vitamina D no están justificados en personas asintomáticas sin factores de riesgo específicos, tal y como recogen las guías clínicas.
INDICACIONES CLÍNICAS PARA LA MEDICIÓN DE VITAMINA D
En este sentido, ha detallado los casos en los que sí se justifica la medición de vitamina D. Estos son, pacientes con sintomatología compatible con déficit de vitamina D o con trastornos del metabolismo óseo, como la osteomalacia, entre otros; personas mayores institucionalizadas, con riesgo de caída y fractura.
También en aquellas personas con enfermedades crónicas que interfieren en su metabolismo, como insuficiencia renal o hepática grave, enfermedad inflamatoria intestinal, cirugía bariátrica o malabsorciones; que estén en tratamiento con medicamentos que interfieren en su absorción o activación, como glucocorticoides o anticonvulsivantes; y cuando exista sospecha de intoxicación por hipervitaminosis D.
Respecto a los niveles de vitamina D que se consideran adecuados, Sanidad ha apuntado que, para la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, niveles entre 12 y 20 ng/ml son suficientes para cubrir las necesidades del 97,5 por ciento de la población.
Si la cifra es inferior, especialmente en personas mayores, institucionalizadas o con osteoporosis, puede estar justificada la suplementación, con dosis que oscilan entre 400 y 2.000 UI por día, dependiendo de la situación clínica. De todos modos, ha reiterado que su consumo debe contar con supervisión profesional.