​Cómo ser una empresa globalizada y minimizar riesgos

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Viviana Gonzau0301lez (1)

Internacionalizarse, o expandir una empresa a otros países, es una tendencia que crece cada vez con más fuerza y se ha vuelto parte de la estrategia de crecimiento de compañías pertenecientes a distintos rubros.


Abrirse camino fuera de las fronteras trae múltiples beneficios, siendo los principales volverse competitivo entre nuevos clientes y diversificar el riesgo, es decir, no poner todos los huevos en una misma canasta y contar con mayor seguridad en caso de que alguna de las operaciones no entregue los resultados esperados. Otra razón importante para expandirse se relaciona con optimizar la fábrica y los recursos del país de origen. Considerando que varias firmas buscan comercializar sus productos o servicios, pueden aprovechar esa producción llevando su área comercial a mercados diferentes y lograr una buena acogida.


Pero cualquiera sea la razón, optar por este camino es una apuesta que no tiene garantías de concretarse y que, eventualmente, ocasionará altos costos para las empresas. Por eso, el outsourcing, o la externalización de profesionales especialistas en distintas áreas como tecnología, gestión de personas, contabilidad o auditoría, es una alternativa cada vez más elegida para enfrentar los retos de la globalización gracias a sus múltiples beneficios. A modo de ejemplo, un estudio de McKinsey Global Institute de 2003 afirma que la externalización de servicios informáticos reduce los costos en un 60% en EEUU y según la Organización Internacional de Normalización (ISO), la externalización puede ayudar a las empresas a ahorrar un 15% de costos en promedio.


Es más, un estudio de la consultora estadounidense Bain & Company, reveló que el 82% de las grandes compañías de Europa, Asia y América del Norte tienen algún tipo de outsourcing. El mercado global de la subcontratación se ha valorado en 92,5 mil millones de dólares, siendo el de servicios de TI el que realiza la mayor contribución, con una participación de mercado que bordea el 25%. A nivel local, según cifras de la Asociación Gremial de Empresas de Servicios Transitorios (AGEST), durante diciembre pasado, la facturación de sus organizaciones socias en Chile provino en un 35,5% de Servicios Transitorios y un 64,5% de Outsourcing.


Pensemos en el caso de una firma local que quiere abrir oficinas en otro país. Si utiliza personal propio, deberá costear los gastos de traslado de los trabajadores y sus respectivas familias, además de alojamientos, escuelas, etc. En cambio, contratar a profesionales locales abarata los costos de manera significativa.


Otra ventaja tiene que ver con el choque cultural. Los locales se manejan muy bien en el escenario que conocen, pero no ocurre lo mismo cuando deben adaptarse a la idiosincrasia y la forma de hacer negocios de otros. El caso más cercano es el de compañías chilenas que quieren aterrizar en Perú. Pese a que la distancia es poca, hay muchas diferencias que pueden hacer fracasar los planes. En cambio, contratar talento peruano especializado evita tener que adaptarse a esa nueva cultura y disminuye el riesgo ya que los procesos fluyen más rápido.


Hay otro elemento fundamental ligado a los tiempos de respuesta. Los desafíos y problemas surgen en cualquier momento y en entornos empresariales dinámicos, es esencial una toma de decisiones que sea ágil y eficaz. Recurrir a personas externas calificadas no sólo marca una diferencia en cuanto a costos y gestión, además permite a los ejecutivos enfocarse en lo realmente importante, es decir, obtener utilidades en el menor plazo posible para recuperar la inversión y así reducir la posibilidad de pérdidas.


Nunca hay que olvidar que por más que la empresa haya estudiado y evaluado todos los factores involucrados en la apertura extranjera, existe un margen de error difícil de prever. Los riesgos siempre van a existir, pero serán menores tomando medidas concretas como la externalización de profesionales especialistas en el mercado de destino. Tales son sus ventajas, que un informe de Forbes con las principales tendencias del mundo el trabajo para este 2024, estima que “la fuerza laboral se compondrá de una mezcla entre trabajadores de tiempo completo, media jornada y externos” y que para 2027, éstos últimos pueden llegar a la mitad del total. El outsourcing entrega la flexibilidad necesaria para ajustar rápidamente la capacidad operativa según las necesidades cambiantes del negocio y en un contexto de alta competitividad, ese es un factor crucial.


Viviana González, 

Gerente BPO y Plataformas en Grupo Avanza

europapress