​Una luz de esperanza

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Jorge Fuentes

En nuestro país, la salud mental y los suicidios son un tema de preocupación importante. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile tiene una tasa de suicidios de 10,4 por cada 100.000 habitantes, lo que la sitúa como una de las más altas de América Latina, siendo la población más vulnerables jóvenes entre 15 y 29 años quienes alcanzan una tasa de suicidio de 13,6 por cada 100.000.


La pandemia no ayudo a cambiar la situación y agudizó la crisis en quienes querían atentar contra su vida. Durante el 2022, el Centro Centinela del Hospital de Urgencia Pública registró un aumento del 55% en los casos de intentos de suicidio en comparación con el año 2021, reflejando una situación que venimos avisando hace años: la salud mental en Chile está deteriorada y requiere de políticas que den herramientas a este complejo problema.


Actualmente, se están llevando a cabo esfuerzos para abordar la crisis de salud mental y el aumento de los suicidios. El gobierno ha implementado programas para mejorar la atención médica y reducir el estigma asociado a los trastornos mentales y también se han creado líneas de ayuda y centros de apoyo para aquellos que necesiten ayuda.


Recientemente se lanzó un programa para la Región Metropolitana que no sólo es una luz de esperanza para quienes viven en la región y pueden estar cargando en silencio con problemas y pensamientos donde no ven la salida, sino que también puede transformarse en una tremenda alternativa a nivel nacional.


Con foco de trabajo preventivo y un trabajo colaborativo entre mundo público, privado y sociedad civil, “Quédate” es un programa inédito en Latinoamérica dado el número de beneficiarios como por diversidad de actores que permitirán el funcionamiento.


Iniciativas como éstas no sólo develan la necesidad de trabajar en conjunto por dar respuestas a problemáticas de esta envergadura, sino que también se requiere invertir en opciones que puedan hacer sentido a las necesidades de la ciudadanía. En este caso estamos frente a una inversión de dos millones de dólares que permitirán un impacto directo a un millón de personas.


Con un chat con profesionales que está disponible de 10 de la mañana a 10 de la noche para entregar herramientas de prevención y apoyo, este programa es una muestra que no sólo es importante continuar promoviendo la conciencia sobre la importancia de la salud mental, proporcionar acceso a la atención médica y el apoyo emocional para aquellos que lo necesite, sino que también la urgencia de innovar en alternativas para dar respuesta a las diversas manifestaciones de salud mental que están presentándose a la espera que la tasa de suicidios en Chile disminuya en el futuro.


Jorge Fuentes, 

Psicólogo y Director de Pranavida

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