​Lo que ganamos y lo que perdemos con el 6%

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Viviana Gonzau0301lez

Entre los varios temas que se están debatiendo hoy en Chile, hay uno que está generando gran expectativa debido a que afecta a gran parte de la población. Hablo del proyecto de ley de reforma previsional, que parte de la premisa de que para que aumenten las pensiones es necesario ahorrar más y por eso, propone agregar al 10% de cotización actual un 6% adicional –con cargo al empleador—, el cual sería destinado a un fondo solidario que tiene como principal objetivo reforzar la seguridad social de las personas.

La medida, que será presentada en las próximas semanas como parte de la reforma al sistema de pensiones, ya está dando que hablar con argumentos a favor y en contra. Un informe de Clapes UC se encargó de cuantificar lo que muchos sólo estimamos, y es que esta medida sin duda tendrá impacto en distintos aspectos.

Uno de los puntos positivos que podemos mencionar sobre la reforma es que, efectivamente, se hace cargo de la necesidad de subir la tasa de cotización para aumentar las pensiones. El sistema actual fue creado cuando existía una menor esperanza de vida y hoy es necesario readaptar el dinero que estamos ahorrando para que cubra los gastos de hombres y mujeres de la tercera e incluso la cuarta edad.

Pero los expertos plantean que ese aporte adicional de 6% no beneficia directamente a los trabajadores, porque los recursos pasan a un fondo solidario que será distribuido entre todos los pensionados, actuales y futuros. Además, como este gasto corre por cuenta de los empleadores, implica un aumento en el costo de contratación que a la larga, puede traer consecuencias negativas como el aumento del empleo informal, cuya tasa ya es bastante alta en el país, con un 25,6% en hombres y un 28,1% en mujeres, alcanzando un promedio de 26,6% en Chile, según los datos INE al mes de julio. De hecho, Clapes UC estima que si el 6% de la cotización adicional va a un fondo solidario, se podrían perder 150 mil empleos.

Pero tampoco se trata de condenar la creación de ese fondo solidario, que tiene como principio mejorar la calidad de vida de la totalidad de la población adulta del país. Aunque no todos nos veamos beneficiados directamente con ese 6% extra en la vejez, sí optaríamos a un complemento a los ahorros propios. Quienes se verán más favorecidos son los segmentos medios y bajos, que registrarán más del el 6% que cotizaron originalmente, mientras que quienes hoy tienen sueldos más altos, obtendrán una cantidad menor. En otras palabras, es posible que algunos perdamos a nivel individual, pero al mismo tiempo, estaremos ganando desde un punto de vista social y colectivo.

Cualquier reforma debe ser realizada teniendo sobre la mesa los pros y los contras. Si la propuesta de reforma de pensiones avanza, hay que tener pensados los incentivos que se van a entregar a las empresas para fomentar el empleo formal. Con las condiciones actuales, muchas de ellas no podrán solventar el gasto y simplemente, dejarán de existir. Si en cambio las dejamos a su suerte, lo más probable es que veamos a más trabajadores informales y esto aumente la precariedad de las personas en su día a día.

A nivel personal, también vale preguntarse qué perdemos y qué ganamos con la medida. ¿Es más importante que nuestras pensiones sean más altas, o estaríamos dispuestos a renunciar a una parte de ese monto para que más personas puedan optar a mejores condiciones de vida en la vejez? La pregunta está abierta, y sin duda seguirá dando de qué hablar en las semanas siguientes. 


Viviana González, 

Gerente de Plataformas SaaS y Outsourcing de Servicios 

europapress