​Finanzas sostenibles: Factor clave para el sector energético

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Daniel Vercelli

En un mundo donde la crisis climática no da tregua, las temperaturas aumentan y no todos toman el peso de las consecuencias que esto puede traer para nuestra subsistencia, el rol de las grandes empresas es vital para generar cambios. Y dentro de ellas, el sector energético juega un papel clave en la transición del modelo económico actual hacia una economía sostenible.

Las compañías energéticas están incorporando dentro de su gestión las finanzas sostenibles, conscientes de que este paso puede generar un impacto positivo desde el núcleo del negocio e impulsar a otros a unirse al cambio ambiental y social. El término ‘finanzas sostenibles’, apunta a inversiones que por un lado consideran la rentabilidad, el riesgo y la liquidez para la subsistencia económica de las empresas, pero paralelamente, otorgan igual nivel de importancia a los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) involucrados en las operaciones.

Se estima que actualmente el empleo generado por el sector energético alcanza los 58 millones de personas a nivel mundial. Del total, la mitad corresponde a industrias de combustibles fósiles. De allí que sea urgente que la transición a energías renovables se haga de forma balanceada y ordenada, para mitigar los impactos del negocio y de los sectores interrelacionados. Los pronósticos son buenos: La ONU estima que los planes de finanzas y desarrollo sostenible pueden generar, al año, más de 12 billones de dólares en oportunidades de inversión y más de 380 millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo, según los resultados del informe “El papel de las finanzas sostenibles en el sector de la energía”, realizado por Deloitte y publicado por la Fundación Naturgy.

En Chile, el tema también está vigente y prueba de ello es el liderazgo que está asumiendo el sector energético a través del Plan de Acción Nacional de Cambio Climático, que tiene como principal objetivo promover una Política Energética para Chile con una visión del sector energético confiable, sostenible, inclusivo y competitivo. El plan está compuesto por medidas para abordar la variabilidad climática y apoyar una transición paulatina hacia una economía y una matriz energética significativamente más baja en carbono . De hecho, una de las metas es poder alcanzar al menos el 40% de generación de ERNC (Energías Renovables no Convencionales) para el año 2030 y aumentar esa cantidad a un 70% en 2050.

Chile vive hoy un aumento de proyectos de generación renovable, con énfasis en la generación solar, además de otras iniciativas que consideran el desarrollo del hidrógeno verde y la electromovilidad. La propuesta existe a nivel gubernamental, pero está en desarrollo su ejecución. Si los grandes representantes energéticos logran internalizar estos principios y combinar su rentabilidad con principios ESG, las empresas pueden alinearse desde ahora con una ejecución responsable y consciente y consolidar al país como emisor de energías limpias.

Las compañías energéticas son y serán en los próximos años la piedra angular para alcanzar un desarrollo sostenible, tanto a nivel internacional como local. Aún convivimos en un escenario donde conviven las energías tradicionales y contaminantes con las renovables, pero sí logramos dar mayor cabida a las ERNC, los más probable es que el redireccionamiento de los flujos financieros vaya hacia estos proyectos sustentables, que contribuyen a metas globales de protección medioambiental y son también un imperativo ético para las empresas del sector.  


Daniel Vercelli Baladrón, 

Socio y Managing Partner de Manuia, mentor y director de startups

europapress