Daniel Vercelli



Daniel Vercelli

Cuando los gobiernos se repliegan, las reglas tambalean y la geopolítica se convierte en un ejercicio de improvisación, hay un principio que puede ofrecer dirección: la sostenibilidad. En tiempos de caos sirve como brújula, y quizás también, como último bastión de cordura empresarial.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nos invita a reflexionar sobre varios temas, entre ellos los avances en la equidad de género en el ámbito laboral. Sin embargo, recientes movimientos políticos y sociales parecen amenazar estos logros, planteando la inquietante posibilidad de un retroceso. ¿Estamos dispuestos a permitir que se desvanezcan las políticas de equidad salarial, los programas de promoción del talento femenino, el apoyo al desarrollo laboral de las mujeres y la representación femenina en puestos de liderazgo, incluyendo directorios y gerencias?

El año 2025 comenzó lleno de desafíos para los líderes comprometidos con la sostenibilidad. Es claro que las aguas están turbulentas, parafraseando a Simon and Garfunkel. La agenda internacional, liderada por los últimos eventos en Estados Unidos, ha cuestionado la incorporación de la sostenibilidad en las empresas y las políticas regulatorias gubernamentales. En paralelo, los incendios, inundaciones y desastres naturales continúan con fuerza en todo el mundo, siendo enero el mes más cálido registrado según el observatorio Copernicus.

Icare. Récord de temperatura de la atmósfera. Crecimiento económico. Olas de calor. Agricultura. ¿Qué tienen en común, además de ser palabras y conceptos que acapararon titulares la semana pasada? Vamos por partes.


El último tercio del año tuvo gran movimiento en materia medioambiental. Entre octubre y noviembre se realizaron cuatro conferencias ambientales globales sobre biodiversidad (COP 16 en Cali), degradación de suelos y desertificación (COP 16 en Riad), contaminación por plásticos (INC 5 en Corea del Sur), más la COP 29 de clima en Azerbaiyán, el que se transformó inesperadamente en la segunda COP más concurrida de la historia. Con el paso de los días y haciendo un balance de los principales hitos de cada evento, hay varios aspectos que vale la pena analizar y destacar como los más relevantes de la temporada en torno a los avances para enfrentar la triple crisis ambiental global de clima, plásticos y biodiversidad ( o cuádruple crisis, si agregamos la sequía, desertificación y degradación de suelos).

En la búsqueda de soluciones sustentables para combatir la crisis climática, diversas compañías y países (sobre todo en el hemisferio norte) han adoptado tendencias como el nearshoring, que ocurre cuando se reubican los procesos comerciales o productivos de las empresas hacia países que se encuentran más cercanos. Esta proximidad geográfica tiene un origen económico y también una justificación ambiental, ya que la huella de CO2 de los productos comerciados con nearshoring es menor en comparación a lugares más lejanos (offshoring).

Los sistemas frontales que afectaron al país en los últimos meses generaron efectos directos en los precios de verduras como las acelgas, el repollo o la lechuga, algo que seguramente también veremos en Fiestas Patrias. Los expertos advierten que en los tiempos actuales, cualquier alimento que sea extraído del suelo podría tener alguna alteración en su valor. Algo similar ocurrió con el aceite de oliva, cuya alza se debe a los efectos de la crisis climática entre los principales países exportadores como España o Australia, que debieron reducir significativamente su producción.

Cada cuatro años, el mundo se detiene para observar a los mejores atletas competir en los Juegos Olímpicos. Estos eventos celebran la excelencia deportiva, el esfuerzo, la dedicación y la disciplina de hombres y mujeres que logran romper récords que parecían inalcanzables.

Cada año, el 5 de junio, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha trascendental para reflexionar sobre el estado de nuestro planeta y, sobre todo, impulsar acciones que garanticen un futuro sostenible. En este contexto, los líderes empresariales emergen como actores fundamentales en la configuración de un mundo donde la prosperidad económica y la salud ambiental coexistan armoniosamente.

La crisis de contaminación por plásticos es real y urgente. Hoy a nivel mundial se producen anualmente más de 430 millones de toneladas, dos tercios de las cuales son de vida corta, generando 230 millones de toneladas de basura, de las cuales 23 millones terminan en el medio ambiente (lo que equivale a casi 44 toneladas por minuto). Este escenario, derivado de nuestro estilo de vida, nos presenta un desafío que va más allá del hecho en sí, contribuyendo al cambio climático con un 3,4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.