Luis Riveros



Luis Riveros

Mucho se ha escrito sobre las graves deficiencias asociadas a una educación de mala calidad como la que, en general, se imparte en Chile. Se ha repetido suficientemente que Chile necesita redefinir los contenidos y enfoques de la educación entregada en los distintos niveles, y que esto debe conllevar un reenfoque en materia de formación pedagógica.

Las significativas protestas que se llevaron a cabo a partir de octubre del año 2019, tuvieron como explícita justificación el descontento con lo alcanzado en el país durante el período posterior a 1990.

Chile sigue sometido a discusiones centradas en el corto plazo: en estos días, sobre las negativas consecuencias de la incoherencia en decisiones en materia de política pública y los alegatos en torno a una seria transgresión a la ética del servicio público.

El país vive una mezcla de dos crisis de naturaleza distinta, pero que en su conjunto ponen en riesgo la credibilidad de las instituciones y la misma estabilidad social.

La discusión sobre aprobar o no una nueva reforma tributaria se ha hecho más compleja y requiere, efectivamente, una visión sobre un verdadero pacto a nivel de Estado.

Sorprenden al país las acciones en orden a implementar lo que se ha dado en llamar plan de “educación sexual integral”.

La Cuenta Presidencial obedece a una ya larga tradición republicana. Desde tempranos tiempos, el país recibe una cuenta anual por parte de la primera autoridad sobre la marcha de la Nación, los principales proyectos en camino y los escenarios futuros más probables. Es también la oportunidad cuando el Presidente de la República formula llamados al país para lograr unidad nacional frente a los desafíos comunes y los caminos para poder enfrentarlos.

La Federación de Estudiantes de Chile (FECH) nació a comienzos del siglo XX como reflejo de las varias inquietudes sociales de la época que impactaron en el estudiantado.

La CORFO fue creada con el impulso de Pedro Aguirre Cerda, convencido su patrocinador de que el camino al desarrollo pasaba necesariamente por la industrialización del país. Una visión que correspondía a la época, cuando la tecnología aún no hacía su aparición determinante, y cuando por industria se entendía esencialmente a la manufactura y toda la línea de enlaces verticales y horizontales vinculados a su actividad.

Las elecciones del pasado domingo dieron lugar a cambios de fondo en el espectro político y vaticinan variaciones en la marcha observada del país. El gran perdedor en esta jornada ha sido el gobierno, pero más allá: ha sido perdedora la actitud arrogante y desordenada con que se han enfrentado muchos retos políticos por parte de las autoridades.