El sector metalúrgico–metalmecánico registró en octubre una baja de 0,2% en sus niveles de producción, en comparación con igual mes del año anterior, según el último informe elaborado por ASIMET. Pese al resultado mensual, la actividad acumulada entre enero y octubre mantiene un avance de 1,9% frente al mismo periodo de 2024.
“El dato de octubre refleja la volatilidad de un sector cuya actividad depende fuertemente del inicio y cierre de proyectos, lo que genera fluctuaciones significativas entre un mes y otro. Aun así, la evolución acumulada muestra que la industria continúa creciendo, lo que confirma que la manufactura sigue siendo un motor vigente y clave para impulsar el crecimiento económico, la generación de empleo de calidad y la competitividad del país”, señaló el presidente de ASIMET, Fernando García.
El análisis por subsectores muestra comportamientos dispares. Reparación de productos elaborados de metal, maquinaria y equipo lidera el crecimiento con un alza de 12,4%, aportando 2 puntos porcentuales al total del sector. En contraste, el subsector de Industrias básicas de hierro y acero continúa siendo el más rezagado, con una caída de 25,3%.
En materia de comercio exterior, las exportaciones del rubro alcanzaron los US$ FOB 2.093,2 millones a octubre, equivalente a un crecimiento de 10,8% respecto a similar periodo anterior. El 71,5% de estos envíos se dirige a América, con Perú, Estados Unidos y Argentina concentrando el 38,7% del total. Las importaciones, en tanto, sumaron US$ CIF 21.709 millones, anotando un aumento de 17,3% respecto de 2024.El subsector que más incidió en este resultado fue el de Industrias básicas de hierro y acero, con un crecimiento de sus compras al exterior de un 31,1% en el periodo, un salto que se explica en gran medida por la necesidad de sustituir la producción local que dejó de estar disponible tras el cierre de Huachipato.
De cara al inicio del nuevo ciclo político en marzo, ASIMET reiteró la urgencia de instalar una agenda industrial de largo plazo, articulada con los desafíos de competitividad, defensa comercial y desarrollo productivo del país. El gremio advirtió que un país que aspira a financiar políticas sociales sostenibles requiere una base manufacturera sólida, capaz de generar empleo formal, inversión, innovación y encadenamientos de alto valor agregado.
“Este nuevo ciclo abre la posibilidad de construir una agenda de desarrollo productivo consistente, que permita fortalecer la base manufacturera y mejorar la competitividad del país”, afirmó el presidente de ASIMET. En tal sentido, agregó que una política industrial moderna debe incorporar instrumentos eficaces de defensa comercial, para asegurar condiciones de competencia equilibrada frente a distorsiones externas que afectan a segmentos clave como el acero y la fabricación de bienes intermedios. Añadió que este enfoque debe ir acompañado de una mirada realista sobre la estructura de costos que enfrenta el sector.
“La industria enfrenta hoy una presión creciente sobre su estructura de costos, derivada de mayores exigencias regulatorias y laborales. Si a este escenario se agregan nuevas rigideces, el efecto no será una mejora en el empleo ni en los salarios, sino una menor capacidad de inversión y crecimiento”, advirtió García.
En esa línea, el presidente de ASIMET sostuvo que iniciativas como la negociación colectiva ramal o multinivel no contribuyen a los objetivos de desarrollo productivo del país. “Introducir esquemas de negociación sectorial, especialmente en un contexto de bajo crecimiento y productividad estancada, aumenta la incertidumbre y afecta con mayor fuerza a las pequeñas y medianas empresas, que no cuentan con la espalda financiera de las grandes compañías”, señaló.
Fernando García destacó que avanzar en una agenda industrial implica trabajar simultáneamente en un entorno regulatorio que acompañe a la industria, en la promoción de la inversión que permita crear empleo industrial, y en medidas de impulso productivo que integren a la manufactura en sectores estratégicos como minería, energía e infraestructura.
“Tenemos capacidades y experiencia. Lo que falta es que la política crea en la industria. Ese es el desafío para este nuevo ciclo”, concluyó el dirigente gremial.