(MundoMaritimo) Acuerdo entre China y EE.UU. otorga primer momento de estabilidad a las cadenas logísticas en lo que va del año

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(Por MundoMaritimo) La reunión entre Donald Trump y Xi Jinping, en Corea del Sur marcó un punto de inflexión para las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, con efectos inmediatos—aunque acotados— sobre el transporte marítimo de contenedores. Según Judah Levine, Jefe de Investigación de Freightos, el pacto representa “una significativa desescalada de las tensiones de las últimas semanas”, devolviendo algo de previsibilidad a un mercado que venía operando bajo una extrema inestabilidad.



El acuerdo contempla que Washington reduzca en diez puntos porcentuales los aranceles vinculados a sustancias relacionadas con el fentanilo, además de extender por un año la tregua arancelaria, dejando “el arancel base sobre todas las exportaciones chinas en 20%, de vuelta a los niveles de marzo”. A esto se suma la postergación por doce meses de los gravámenes portuarios impuesto por la Oficina del Representante comercial de EE. UU. (USTR) para buques vinculados a China, un elemento especialmente sensible para las líneas navieras.


A cambio, Pekín se comprometió a restringir flujos de químicos asociados al fentanilo y a revertir medidas adoptadas este año, incluyendo controles sobre exportaciones de tierras raras, la suspensión de compras de soya estadounidense y sus propios gravámenes portuarios para buques con vínculo a EE. UU.


Impactos del acuerdo

Para el sector marítimo, el impacto inmediato se relaciona principalmente con los costos de operación. Levine recuerda que la suspensión de los gravámenes portuarios “significarán un alivio para las líneas navieras chinas que enfrentaban costos significativos si estos recargos se mantenían”. También los operadores de naves estadounidenses que recalan en puertos chinos se benefician, aunque representan una fracción menor del total. Sin embargo, las líneas navieras no chinas podrían mantener ajustes operativos—como el despliegue de buques construidos fuera de China— ante la posibilidad de que las medidas se reactiven con poca anticipación.


En términos de demanda, el acuerdo no implica un repunte relevante en los flujos de la ruta Transpacífico. Esto se debe a que “dos tercios de las exportaciones chinas a EE. UU. siguen enfrentando aranceles de hasta 25%” heredados de la primera administración Trump, ahora superpuestos al arancel base del 20%. Con incentivos aún fuertes para diversificar orígenes y con una temporada adelantada ya consumada, la actividad en noviembre y diciembre probablemente mantenga un ritmo de temporada baja.


Revisión judicial de la política comercial de Trump 

Otro factor que evoluciona en torno a las políticas comerciales de Trump es el legal. Esto luego que la Corte Suprema de EE. UU. iniciara las audiencias sobre los cuestionamientos al uso de la IEEPA (International Emergency Economic Powers Act) ley que permite al Presidente imponer sanciones económicas, restricciones comerciales y otras medidas cuando declara una “emergencia nacional”. Un eventual fallo que rechace su aplicación “podría impulsar un periodo significativo de incertidumbre e inestabilidad a corto plazo”, apunta Levine. No obstante, la Casa Blanca ha desplegado aranceles sectoriales vía otros instrumentos legales, lo que hace improbable que desaparezcan por completo.


Con todo, el pacto entre China y EE. UU. genera una ventana de relativa estabilidad. Levine sostiene que, junto con otros acuerdos recientes de EE. UU. con países del Lejano Oriente, el resultado es que “los actores de la cadena de suministro tienen hoy más certeza y estabilidad respecto al panorama arancelario que en cualquier otro momento de 2025”. Esto abre la puerta a que 2026 recupere cierta estacionalidad normal de volúmenes, sin los ciclos abruptos de adelantos y frenos que marcaron este año.


Tarifas spot: repuntan, pero con débiles fundamentos

En paralelo, las tarifas spot han mostrado incrementos puntuales impulsados por los incrementos generales de tarifas (GRIs) implementados por las líneas navieras desde el 1 de noviembre, aunque con señales tempranas de debilitamiento.


En la ruta Transpacífico hacia la Costa Oeste de EE. UU., el Baltic Freightos Index reporta que “las tarifas diarias saltaron de los US$1.000/FEU hasta los US$2.962/FEU”, marcando su nivel más alto desde julio. Sin embargo, las líneas navieras ya estarían ofreciendo descuentos significativos, mientras que las tarifas hacia la Costa Este cayeron cerca de US$100/FEU esta semana, mostrando que “los aumentos no tuvieron efecto en esa ruta”.


El Drewry World Container Index también anotó un avance de 4%, hasta US$1.822/FEU, con alzas de 6% para la ruta Shanghái–Los Ángeles y de 4% para Shanghái–Nueva York. Drewry prevé “un leve incremento la próxima semana, impulsado por los GRIs”, pero anticipa que “el impulso será de corta duración y las tarifas volverán a retroceder”.



europapress