​Escasez de oferta y baja accesibilidad dejan a miles de hogares sin poder activar el subsidio de arriendo DS52

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Actualmente, cerca de 15 mil hogares adjudicados con el subsidio de arriendo DS52 no han podido hacerlo efectivo, y cada año se pierden alrededor de seis mil beneficios por falta de uso. Aunque esta situación se ha atribuido principalmente a la exigencia de que las viviendas no superen las 13 UF de arriendo, un estudio de TOCTOC junto a la Fundación Alcanzable advirtió que incluso con el aporte estatal de 4,9 UF, el subsidio resulta insuficiente para que los hogares puedan arrendar sin destinar más del 30% de sus ingresos a vivienda.


Cabe precisar que este reporte se desarrolló sobre la base de las condiciones del llamado regular del subsidio, sin considerar los llamados especiales —dirigidos a personas adultas mayores y a personas con discapacidad—, los que presentan condiciones diferenciadas.


El reporte señaló que, si bien la oferta de arriendos en la Región Metropolitana se ha duplicado en los últimos cinco años —impulsada por la recuperación de este mercado tras la pandemia—, la disponibilidad real para hogares vulnerables sigue siendo reducida. En 2021, apenas un 12% de los departamentos en el mercado cumplía con las condiciones del subsidio de arriendo —entre ellas contar con al menos tres recintos: un dormitorio, una zona de estar-comedor-cocina y un baño—, mientras que hoy esa proporción llega al 66%, según cifras de TOCTOC.


Sin embargo, esta mayor disponibilidad no se traduce en acceso efectivo, dado que el monto del subsidio resulta insuficiente para cubrir el costo real de arrendar sin sobrepasar el 30% de los ingresos familiares.


“Además, la oferta incluye principalmente unidades de un dormitorio, las que son incompatibles para la mayoría de los beneficiarios del subsidio regular, que suelen ser hogares de al menos tres integrantes. Esto implica que, en la práctica, solo la mitad de los departamentos elegibles se ajustan a las necesidades de los hogares beneficiarios, y con marcadas diferencias según la comuna en la que se emplazan”, explicó Martín Bonnefoy, product manager de TOCTOC.


Al enfocarse en departamentos de dos o más dormitorios, la oferta realmente elegible se reduce al 38,7%, mientras que en los proyectos multifamily apenas alcanza el 19,7%.


“Sabemos que la falta de oferta de arriendo asequible es un problema para el mayor uso del subsidio. Hay quienes plantean como solución el subir el valor máximo a pagar por arriendo -de 13 a 15 UF-, pero eso sigue sin resolver el problema de capacidad de pago de los hogares. Para hacerse cargo de esto, hay dos salidas: aumentar el aporte público en el marco del subsidio a la demanda -es decir, que el Estado cubra un mayor porcentaje del arriendo a mayor vulnerabilidad-, o bien que el Estado subsidie la creación de nueva oferta, que ofrezca precios más bajos -por ejemplo, a través del modelo de concesiones-, regulándose esto en un decreto supremo”, afirmó Pía Mora, directora ejecutiva de Fundación Alcanzable.


“A esto se suma que el llamado regular del subsidio tiene un carácter transitorio, con una duración máxima de alrededor de tres años si se utiliza de forma continua. Esto significa que, para las familias que logran acceder a una vivienda a través del programa —destinando un tercio de sus ingresos al arriendo—, una vez terminado el beneficio se enfrentan a un escenario complejo donde el arriendo pasa a representar casi la mitad de sus ingresos, lo que imposibilita su mantención”, agregó Bonnefoy.


El análisis concluyó que la ausencia de tipologías adecuadas y la escasa asequibilidad son los factores que explican por qué miles de hogares no logran activar el subsidio, incluso cuando la oferta total de arriendos ha aumentado en los últimos años.


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europapress