Señor director:
Es complejo decretar una situación de emergencia en el mercado laboral. Una emergencia denota una situación extrema, y que debe resolverse con urgencia. Pudiéramos estar, tal vez, en presencia de un cambio estructural en la economía, y que ha afectado de manera significativa al mercado laboral. Esos cambios estructurales a veces son por fenómenos exógenos, como la irrupción de la inteligencia artificial, por ejemplo, o bien, por factores internos, como el encarecimiento relativo de la mano de obra (particularmente la de baja calificación) como consecuencia de determinadas políticas laborales, o bien, una mezcla de ambos.
No obstante lo anterior, tampoco sería saludable caer en la autocomplacencia o tal vez insensibilizarnos frente a la dramática realidad que se vive hoy en el mercado laboral. Necesitamos con urgencia políticas bien diseñadas destinadas, por un lado, a dinamizar la demanda por mano de obra, y por otro, medidas que fortalezcan la productividad laboral. Para lo primero, hay que potenciar los programas de subsidio a la contratación de mano de obra. Para lo segundo, se requiere la institucionalidad de la capacitación laboral, para que dé cuenta de los dinámicos y desafiantes tiempos que estemos viviendo.
Rodrigo Montero
Decano Facultad Administración y Negocios
Universidad Autónoma de Chile