​Por qué tu empresa debería contar con (más) coaching profesional

85% de las personas no se sienten comprometidas con su trabajo. Así de categórico es el porcentaje de un estudio mundial realizado recientemente. Este resultado no sólo es visible a nivel individual, sino que afecta también a las empresas con problemas como una crisis de confianza en las instituciones, mayor rotación de personal, baja en la productividad y menor satisfacción de los clientes.

Lo primero que hay que entender es que el capital humano que compone a las empresas ya no tiene como única medida de éxito el salario o los indicadores económicos. La red compuesta por trabajadores, consumidores y proveedores está sumando otras variables a la ecuación, entre ellas la trascendencia, el impacto y la colaboración.

Para lograr encontrar ese compromiso y sentido laboral, el coaching está surgiendo como una de las herramientas más efectivas. Compañías de todo el mundo están haciéndose parte de esta tendencia y por eso, la industria del coaching profesional es actualmente la segunda de mayor crecimiento en el mundo, con un tamaño de mercado que alcanza los US $20 billones. En Latinoamérica aumentó un 107% entre 2015 y 2019, siendo uno de los sectores líderes en cuanto a expansión.

En Chile y en todo el mundo vivimos en un estado constante de cambio y volatilidad. La única seguridad que hemos visto en los últimos tres años con el estallido, la pandemia y la reciente guerra, es que los cambios son permanentes y van a evolucionar cada vez más rápido. Si llevamos esto a la esfera del sector privado, cualquiera que asuma un rol de liderazgo debe saber que la receta clásica ya no funciona, los pasos consecutivos 1, 2, 3 y 4 ya no entregan los resultados esperados.

Por eso, lo que ahora se necesita para obtener la mejor versión de las personas en el ámbito laboral es desarrollar habilidades transversales. El coaching se está transformando en algo fundamental para acompañar este proceso de evolución, porque ayuda a detectar y potenciar nuevas habilidades y competencias a través de viajes individuales que obtienen la mejor versión de uno mismo. Cualquier profesional, sin importar su rubro o años de experiencia, puede conectarse y hacerse cargo de su crecimiento laboral y personal, aumentando al mismo tiempo la satisfacción y el compromiso con las actividades que realiza a diario.

Además, al tratarse de iniciativas que provienen desde las empresas y que no se remiten únicamente a las gerencias sino que a todo el equipo, éstas pueden alinearse con los objetivos organizacionales al entender primero cuál es el diccionario de competencias de cada compañía, y luego cotejarlas con las competencias establecidas para cada trabajador. Trabajar esas brechas con profesionales altamente capacitados permite que los colaboradores gestionen el cambio que antes no sabían expresar y sean conscientes de su potencial.

Hoy en día trabajar con un propósito y sentir que lo que hago de lunes a viernes genera un impacto positivo en mí y en los demás, ya no debería ser privilegio de algunos pocos representantes de la llamada ‘cuarta economía’ (empresas B, ONGs y startups), sino un deber de todo el ecosistema. Algo bueno es que la tecnología está facilitando las cosas para que el proceso de coaching sea más accesible y escalable. Usemos los nuevos recursos disponibles para no seguir haciendo más de lo mismo ni trabajar con soluciones genéricas.

Más que nunca es necesario entregar servicios pensando en las necesidades específicas de desarrollo de cada persona y para lograr esto, el coaching profesional puede entregar efectivos y duraderos beneficios.

Nicolás Morales, 

Cofundador de Yourney y Pegas con Sentido