La vacunación infantil es, sin duda, una de las herramientas más efectivas para prevenir enfermedades graves y evitar brotes epidémicos. Sin embargo, en Chile persisten dudas y temores que ponen en riesgo la salud de los niños y de toda la comunidad. Mitos como la supuesta relación entre vacunas y autismo, desmentida hace más de dos décadas, siguen circulando en redes sociales, alimentando la desinformación.
Es importante recordar que los componentes de las vacunas se utilizan en dosis seguras y están regulados por organismos internacionales. Los efectos adversos graves son extremadamente raros, mientras que las enfermedades que previenen pueden causar hospitalizaciones, secuelas permanentes e incluso la muerte. Cuando un niño no se vacuna, no solo se expone él, sino también personas vulnerables que dependen de la inmunidad colectiva.
Hay que escuchar los temores de los padres sin juzgar, entregar información clara y orientarlos hacia fuentes confiables. La vacunación no es solo una decisión individual: es un acto de responsabilidad social que protege a las nuevas generaciones. En tiempos donde la desinformación avanza rápido, reforzar la confianza en las vacunas es clave para mantener a Chile libre de enfermedades prevenibles.
Sandra Díaz Rozas
Académica Facultad de Enfermería U. Andrés Bello, sede Viña del Mar