MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) - La Fundación Anticorrupción, registrada en Estados Unidos y creada en 2011 por el fallecido opositor ruso Alexei Navalni, ha respondido este jueves al Kremlin por su designación como "organización terrorista" asegurando que "todos entienden" que no lo son y que "los terroristas son (el presidente ruso) Vladimir Putin y sus secuaces".
"No somos terroristas, y todos lo entienden. Nosotros lo entendemos, y también nuestros simpatizantes. Quienes firman estas resoluciones lo entienden perfectamente", ha asegurado la entidad en un comunicado publicado en su web con el que han reaccionado a la decisión del Tribunal Supremo de Rusia de aprobar su designación como "organización terrorista" a petición de la Fiscalía, una medida que tiene como consecuencia la prohibición de sus actividades en territorio ruso.
En este sentido, la entidad fundada por Navalni ha argumentado que el dictamen tiene como objetivo "intimidar". El Supremo ruso habría tomado esta decisión, según los responsables de la organización, para que la gente "deje de leernos y vernos, para que tenga miedo de compartir nuestro contenido y, en tiempos difíciles, se quede sin la oportunidad de escuchar la verdad. Y así, asustados, deje de apoyarnos, tanto moral como económicamente".
"No permitan que lo hagan", han pedido al público, animando a contactar con los abogados de la fundación "para cualquier consulta legal y de seguridad relacionada con el apoyo" a la misma.
Por otra parte, la entidad ha denunciado que "los terroristas son Vladimir Putin y sus secuaces: quienes iniciaron la guerra, asesinaron a civiles y opositores políticos, y encarcelaron a personas".
Para la fundación, se trata de una nueva designación que las autoridades rusas "ponen a prueba" con ella: "Primero nos las otorgan, y luego se convierten en la norma para cualquiera que discrepe de las políticas de Putin", han estipulado.
De esta manera, la organización ha alertado de que "sin duda, otras organizaciones --medios de comunicación independientes, proyectos de Derechos Humanos e iniciativas locales-- empezarán pronto a ser etiquetadas como 'terroristas'".
"Esta es la estrategia política de las autoridades rusas: declarar enemigo del Estado a cualquiera que interfiera con el robo y la guerra interminable", reza el comunicado.
"Seguiremos trabajando", ha prometido la fundación, que ha concluido su comunicado instando a la sociedad a "investigar, decir la verdad, ayudar a los presos políticos (y) hacer todo lo posible para que Rusia sea libre".
La Fundación Anticorrupción fue registrada en septiembre de 2011 por Navalni como sucesora del proyecto RosPil iniciado un año anterior para investigar posibles casos de corrupción en el seno de las autoridades del país euroasiático. En octubre de 2019 fue declarada como un "agente extranjero" por parte del Ministerio de Justicia, mientras que dos años después fue designada como una "organización extremista" y disuelta, lo que llevó a Navalni a anunciar desde prisión que sería relanzada como una organización internacional.