BRUSELAS 25 Nov. (EUROPA PRESS) - El pleno del Parlamento Europeo ha insistido este martes en que el Estado de derecho en Hungría está en riesgo por la deriva antidemocrática del Gobierno de Viktor Orbán y que ello pone en peligro los valores de la Unión Europea; al tiempo que ha afeado al resto de Estados miembro que no tomen medidas para avanzar en el proceso sancionador que prevé el artículo 7 del Tratado de la UE para expedientar y, en última instancia, suspender el derecho a voto de un Estado miembro si se convierte en una amenaza para el bloque.
La Eurocámara inició el procedimiento del artículo 7 contra Hungría en 2018, pero apenas ha tenido seguimiento en el seno del Consejo (gobiernos), en donde los Veintisiete han tenido varios debates sobre el asunto en las revisiones periódicas de los ministros de Asuntos Generales, pero no se han tomado ningún tipo de decisión o medida desde entonces.
La resolución adoptada ahora por los eurodiputados en la sesión de Estrasburgo (Francia) denuncia los "esfuerzos deliberados y sistémicos del Gobierno húngaro" para socavar los valores comunes europeos y reclama avances en el procedimiento del Artículo 7, frente a la inacción que ha mostrado el Consejo hasta ahora.
El texto ha sido adoptado con 433 votos a favor, 123 en contra y 28 abstenciones; y ha salido adelante con los votos a favor de todos los eurodiputados españoles de los distintos grupos, a excepción de los 'noes' de los representantes de Vox y de los tres eurodiputados que obtuvieron escaño con Se Acabó la Fiesta, aunque dos de ellos figuran ya como independientes.
En su posición, la Eurocámara describe violaciones "persistentes" del Estado de derecho en el país y advierten de que ello no sólo ponen en riesgo los valores europeos, sino también el ordenamiento jurídico de la UE.
Asimismo, el documento alerta de las injerencias judiciales, del aumento en los casos de corrupción, del uso "abusivo" de los fondos europeos y de los ataques lanzados desde el poder hacia la sociedad civil.
Los eurodiputados expresan también su preocupación por la proliferación de contenidos políticos generados con Inteligencia Artificial para confundir a los votantes a medida que se acerca la celebración de las elecciones en primavera de 2026 y por las informaciones que apuntan a espionaje en las instituciones de la UE desde las oficinas de Budapest en la capital europea, cuando el representante húngaro era el ahora comisario Olivér Várhelyi.