MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) - El Ejército de Israel ha lanzado este jueves una nueva oleada de bombardeos contra "objetivos terroristas" supuestamente vinculados al partido-milicia chií Hezbolá en el valle de la Becá, en el este de Líbano, a pesar del alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024 tras más de un año de combates a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023, sin que por ahora haya confirmación oficial sobre víctimas.
Así, ha especificado en un comunicado que "entre los objetivos atacados hay un campamento de entrenamiento usado por terroristas de la organización terrorista Hezbolá en el que se identificó a terroristas del grupo". "El campamento atacado era usado por Hezbolá para labores de formación y entrenamiento y para planificar y ejecutar planes terroristas contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Estado de Israel", ha apuntado.
Por otra parte, ha perpetrado ataques contra "infraestructura militar en un centro de producción de misiles de precisión de Hezbolá" y contra "infraestructura terrorista en una instalación militar en Sharbin, en el norte de Líbano", antes de afirmar que estas presuntas acciones por parte del grupo "suponen una flagrante violación de los entendimientos entre Israel y Líbano", en referencia al alto el fuego.
Israel ha ejecutado decenas de bombardeos contra Líbano a pesar del alto el fuego argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y asegura que, por ello, no viola el pacto, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas, que ha alertado del riesgo de desestabilización.
El alto el fuego contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue, al que se suman sobrevuelos en espacio aéreo libanés.