En la última Reunión de Política Monetaria (RPM) celebrada el 28 y 29 de julio pasado, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, la vicepresidenta del organismo, Stepanka Novy, y los consejeros Alberto Naudon Dell’Oro, Luis Felipe Céspedes Cifuentes y Claudio Soto Gamboa, votaron por reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, hasta 4,75%.
Según consta en la minuta de dicha sesión, publicada este miércoles, todos los consejeros estuvieron de acuerdo en que, si bien los niveles de incertidumbre global se mantenían elevados, los últimos antecedentes confirmaban la validez del escenario central delineado en el último IPoM. Las perspectivas para el crecimiento global no se habían modificado sustancialmente, el precio del petróleo había vuelto a niveles coherentes con los del cierre estadístico del Informe y, aunque la política arancelaria presionaría los precios en Estados Unidos de América, se seguía esperando que la Reserva Federal relajara su política monetaria.
En el plano local, apunta el documento, "la economía se había comportado en línea con lo esperado, con el PIB moderándose tras el fuerte dinamismo exhibido a comienzos de año, explicado en parte por factores transitorios. Por su lado, la inflación había descendido algo más rápido de lo previsto, pero con una inflación subyacente algo mayor, y las perspectivas no se modificaban sustancialmente. Así, en el escenario más probable, la actividad económica se mantendría en torno a su tendencia, con una brecha prácticamente cerrada, y la inflación convergería al 3% en la primera mitad de 2026. Todo esto en un contexto en que las expectativas de inflación a dos años plazo estaban alineadas con la meta del 3%."
En tanto, todos los consejeros concordaron en que estos antecedentes validaban la trayectoria de política monetaria contenida en el último IPoM, donde se contemplaba una reducción gradual de la TPM hacia su rango neutral en los próximos trimestres. Esto era coherente con una reducción de la tasa en esta Reunión, por lo que todos los consejeros coincidieron en que la única opción plausible era reducir la TPM en 25 puntos base.
Varios consejeros mencionaron que esta opción era plenamente coherente con la comunicación previa del Consejo y, por lo tanto, ampliamente esperada por el mercado. Por lo mismo, adoptar una rebaja como esta no debería inducir cambios relevantes en los precios financieros. Un consejero agregó que una reducción de 25 puntos base en esta Reunión era la alternativa que implementaba de mejor forma la estrategia global de política monetaria delineada en el último IPoM.