Robinson Talavera Académico, Magister de Gestión de Emergencia y Desastres de la Universidad Autónoma

​15 años del derrumbe

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Sr. Director:

Este 8 de agosto se conmemorar 15 años del derrumbe en la mina San José, y no podemos evitar que nuestros pensamientos se dirijan a los recientes accidentes que han sacudido a la industria minera, como el trágico evento en la mina El Teniente. Aquel rescate milagroso fue un punto de inflexión, una llamada de atención que nos obligó a enfrentar las deficiencias de seguridad. A raíz de ello, Chile implementó mejoras legislativas y fortaleció la fiscalización, logrando avances significativos en la prevención de riesgos.


Sin embargo, la reciente tragedia nos recuerda que la seguridad es una labor constante, un compromiso que no puede decaer. El caso de El Teniente es un doloroso recordatorio de que, incluso en las grandes empresas con altos estándares de operación, la complacencia puede ser fatal. La minería, por su naturaleza, siempre tendrá riesgos, pero es nuestro deber minimizarlos al máximo.


Para honrar el legado de los 33 mineros y evitar más pérdidas, es imperativo redoblar los esfuerzos. Esto significa no solo mantener, sino también actualizar constantemente los protocolos de seguridad. La capacitación continua, la inversión en tecnologías de punta y un compromiso inquebrantable de las empresas y el Estado son fundamentales. La seguridad no debe ser vista como un costo, sino como el valor más preciado.


Que el aniversario del derrumbe en la mina San José nos inspire a construir una cultura minera donde la vida de cada trabajador sea la prioridad absoluta.


Robinson Talavera

Académico, Magister de Gestión de Emergencia

y Desastres de la Universidad Autónoma

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