El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos recomienda que, antes de las vacaciones de verano, se planifiquen los días que se van a pasar fuera de casa para llevar toda la medicación necesaria, sobre todo si el viaje es al extranjero, y así continuar con el tratamiento.
Los farmacéuticos recuerdan que la falta de adherencia a los tratamientos farmacológicos es un "problema de salud pública de primera magnitud" que debe tratarse desde una "óptica global", en la que "pacientes y profesionales sanitarios tienen un papel muy importante".
"En verano, el cambio de rutinas que se produce durante las vacaciones puede hacer que esa adherencia terapéutica disminuya, afectando a la toma de medicamentos en horarios específicos", apuntan.
Por ello, señalan que una buena medida es emplear un sistema de recordatorios o alarmas mediante el uso de alguna aplicación que recuerde la toma de la medicación. "De esta forma, se evitan los olvidos por estos cambios de rutina", añaden.
También se aconseja llevar encima siempre una o dos dosis de cada medicamento, teniendo en cuenta que alguna medicación puede necesitar condiciones especiales de conservación. "Hay que recordar que los medicamentos, de manera general, deben ser conservados en lugares frescos del domicilio y mantenerse dentro de su embalaje original. Esto implica no dejarlos a pleno sol en el coche, algo frecuente en esta época del año", explican.
El Consejo General insiste en la importancia que tiene que los pacientes estén bien informados para prevenir las complicaciones derivadas de una mala adherencia en cada patología concreta, entre ellas, el fracaso terapéutico y la disminución del control de los problemas de salud, mayor probabilidad de recaídas y agravamiento de la patología, incremento de la morbimortalidad y aparición de efectos secundarios o intoxicaciones.
También resaltan que la falta de adherencia puede empeorar la calidad de vida relacionada con la salud percibida por el paciente y aumentar el uso y coste de los recursos sanitarios; de hecho, la no adherencia le cuesta al Sistema Nacional de Salud 11.250 millones de euros anuales.
La farmacia también insiste en fomentar el autocuidado y advertir sobre el consumo o mayor consumo de ciertos alimentos y bebidas típicos de la temporada, como puede ser el zumo de pomelo, lácteos o alcohol, que pueden reducir la efectividad de los tratamientos o aumentar el riesgo de efectos secundarios al interaccionar con ellos.
TRABAJAR LA ADHERENCIA TODO EL AÑO
El Consejo subraya que, en los países desarrollados, las tasas de adherencia se sitúan en el 50 por ciento, lo que "revela el gran desafío sanitario que representa". "Pero hay diferencias entre diferentes patologías. Así, los pacientes con hipertensión, diabetes y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) presentan, en general, valores bajos de adherencia, situándose en el 52, 56 y 41 por ciento, respectivamente", indican.
Aunque no existen estudios que cifren el porcentaje de disminución de falta de adherencia en esta temporada, los farmacéuticos consideran que, si ya se parte de cifras bajas, se estima que estas podrían ser inferiores en el periodo vacacional.
"Asimismo, dado que las patologías crónicas que mayores faltas de adherencia presentan son patologías silentes, como puedan ser hipertensión arterial o dislipemias, podrán ser las que más se descompensen debido, principalmente, a que los síntomas no son inminentes. Por este motivo, desde la farmacia se recomienda trabajar en la adherencia terapéutica a lo largo de todo el año", agregan.
En este punto, el Consejo asegura que el farmacéutico tiene un papel muy importante en la adherencia a los tratamientos en diferentes momentos: "Por ejemplo, en la dispensación de inicio, proporcionando información personalizada del medicamento (IPM) a través del Servicio de Dispensación, para evitar que no se inicie un tratamiento, o en una dispensación de continuación, evaluando la adherencia del paciente con sencillos cuestionarios y planteando intervenciones, consensuadas con el paciente siempre para que tengan éxito, que puedan provocar una mejora en la adherencia".
Por último, destacan el Servicio de Reacondicionamiento de medicamentos utilizando Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD). En este caso, el farmacéutico, utilizando sus competencias profesionales y previa autorización del paciente o su representante legal, en un acto posdispensación, revisa de forma sistemática la medicación para poder reacondicionar parte o todo el tratamiento en un dispositivo de dosificación personalizada, que entrega al paciente y verifica su utilización.