Cristián Reitze Campos, Presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM)

​La motocicleta no es el problema: es parte de la solución

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Sr. Director,


La reciente ordenanza de la Municipalidad de Independencia, que restringe la circulación de personas en motocicletas con el objetivo de frenar delitos cometidos desde estos vehículos, vuelve a poner en evidencia una mirada reduccionista y estigmatizante hacia un medio de transporte que, en lugar de ser criminalizado, debiese ser comprendido y promovido.


En Chile, miles de personas dependen de la motocicleta para trabajar: repartidores, técnicos, emprendedores, feriantes. Es, en muchos casos, la única herramienta que les permite generar ingresos, reducir tiempos de traslado y acceder a oportunidades laborales donde el transporte público simplemente no llega. La moto es movilidad social, eficiencia económica y sustento familiar.


Sin embargo, en lugar de reconocimiento, lo que encontramos son restricciones. No hay incentivos para su uso formal y seguro, ni políticas públicas que la integren como un actor estratégico de la movilidad urbana. Lo que sí hay es prejuicio: se asocia la moto al delito, ignorando por completo su valor como vehículo de trabajo.


La evidencia internacional -como los estudios realizados en Colombia- muestra que este tipo de restricciones no reduce la criminalidad de manera sostenida. Lo que ocurre es un simple desplazamiento del delito, mientras quienes sufren las consecuencias son los trabajadores honestos que ven limitada su movilidad y su fuente de ingresos.


Es urgente que el Estado, los municipios y la sociedad civil avancen hacia una mirada moderna e inclusiva. Necesitamos políticas que regulen, sí, pero que también fomenten: acceso preferente, educación vial, infraestructura segura, subsidios al uso laboral y campañas que pongan en valor el rol de quienes se movilizan en dos ruedas.


La motocicleta no es el problema. El problema es seguir legislando desde el prejuicio, sin datos ni diálogo. El desafío es construir ciudades más justas, seguras y humanas. Y eso comienza reconociendo a todos sus actores.


Cristián Reitze Campos

Presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM)

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