Las mayores turberas del mundo datan de hace 40.000 años

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Las turberas del Congo datana de hace 40.000 años


Un complejo de turberas en la cuenca del Congo, conocido por ser un importante depósito de carbono a nivel mundial, tiene el doble de antigüedad de lo que se creía.



Un equipo internacional de investigadores ha demostrado que este complejo de turberas tropicales, el más grande del mundo, comenzó a formarse hace unos 42.000 años, más de 20.000 años antes de lo que se creía.



La doctora Greta Dargie, de la Facultad de Geografía de la Universidad de Leeds, dirigió el estudio. Afirmó en un comunicado: "Estos bosques pantanosos de turba son un importante depósito de carbono a nivel mundial, que almacena el equivalente a tres años de emisiones globales de combustibles fósiles. Ahora sabemos que se encuentran entre las turberas tropicales más antiguas del planeta".



La turba es un tipo de suelo que se forma en ambientes húmedos. Compuesta por restos vegetales muertos, es una parte importante del ciclo del carbono. Si bien es bien sabido que los bosques de la cuenca del Congo almacenan una gran cantidad de carbono en la biomasa de las plantas vivas, el trabajo del Dr. Dargie y otros investigadores durante la última década ha demostrado que las turberas de la cuenca del Congo almacenan una cantidad similar de carbono, invisible bajo tierra. Este logro ha revolucionado la comprensión científica de la importancia de la región para el ciclo global del carbono.



El nuevo estudio, publicado en Environmental Research Letters, comenzó con equipos de científicos que recorrieron pantanos de turba remotos e inaccesibles tanto en el Congo como en la República Democrática del Congo, utilizando equipos manuales para recolectar muestras de turba a una profundidad de hasta seis metros bajo el suelo forestal.



En el laboratorio, se dataron pequeñas cantidades de turba mediante radiocarbono para determinar cuándo comenzó a formarse en cada lugar muestreado. Durante un período de 10 años, los científicos recolectaron y dataron más de 50 núcleos de la cuenca central del Congo, a partir de los cuales pudieron construir una imagen del desarrollo de las turberas a lo largo del tiempo.



No fue solo la gran antigüedad de las turberas lo que sorprendió a los científicos. El profesor Ifo Suspense, de la Universidad de Marien Ngouabi, Brazzaville, República del Congo, afirmó: "Uno de los hallazgos más inesperados de nuestros nuevos datos es que algunas de las turberas más antiguas de la cuenca central del Congo comenzaron a formarse durante períodos del pasado en los que, según creemos, el clima regional era mucho más seco que el actual.



NO SOLO EL CLIMA


Nuestra hipótesis de trabajo anterior era que la turba comenzó a formarse en respuesta a un clima más húmedo al inicio del Holoceno, hace unos 12.000 años. Pero ahora sabemos que otros factores, además del clima, debieron de hacer que los suelos estuvieran lo suficientemente húmedos y anegados como para que se formara la turba. Esto plantea interrogantes sobre cómo responderá el paisaje de las turberas, y la gran cantidad de carbono que almacenan, al cambio climático del siglo XXI".



Las turberas de la cuenca del Congo proporcionan importantes recursos a las comunidades locales, como peces, carne de animales silvestres y materiales de construcción. Su lejanía las convierte en importantes refugios para especies como elefantes de bosque, cocodrilos enanos, gorilas de llanura y chimpancés bonobos.



En comparación con muchas regiones tropicales, las turberas congoleñas se han librado en gran medida de amenazas como la deforestación y el drenaje, aunque el afán por mejorar los medios de vida locales y extraer recursos como madera y petróleo para la exportación podría entrar en conflicto con los objetivos de biodiversidad y conservación del carbono.





europapress