Europa ya tiene paracaídas para llegar a Marte

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Despliegue de uno de los paracaídas del sistema de la ESA para llegar a la superficie de Marte


El sistema de paracaídas más complejo jamás concebido para aterrizar en Marte ha logrado ralentizar con éxito una maqueta del aterrizador ExoMars para una toma de contacto segura en la Tierra.



Un globo de helio estratosférico elevó un módulo de descenso simulado y lo liberó sobre el Círculo Polar Ártico a una altitud de casi 30 km, lo que provocó el despliegue de dos grandes paracaídas de sus bolsas de donut.



Esta campaña de pruebas de caída a gran altitud se llevó a cabo en el Centro Espacial Esrange de la Corporación Espacial Sueca en Kiruna, al norte de Suecia, el 7 de julio, informó este lunes la ESA en un comunicado.



Para igualar la combinación de densidad y velocidad que experimentará la cápsula al sumergirse en la tenue atmósfera marciana (aproximadamente el 1 % de la densidad de la atmósfera terrestre a nivel del mar), el globo tuvo que volar a gran altura.



Los paracaídas de ExoMars cayeron desde una altitud de 29 km, aproximadamente tres veces la altitud de vuelo de los aviones comerciales.



La cápsula simulada entró en caída libre durante unos 20 segundos, alcanzando casi la velocidad del sonido, antes de desplegar los paracaídas.



Aterrizar en Marte es una tarea de alto riesgo. En tan solo seis minutos, el módulo de descenso debe desacelerar desde los 21.000 km/h en la atmósfera superior del planeta hasta un aterrizaje suave para mantener su valiosa carga, el rover Rosalind Franklin --cuyo lanzamiento está previsto para 2028--, en condiciones para la exploración de la superficie.



La desaceleración requiere un escudo térmico, dos paracaídas principales (cada uno con su propio paracaídas piloto para la extracción) y un sistema de propulsión de retrocohete que se activa 20 segundos antes de tocar la superficie marciana.



La mayor parte de la velocidad supersónica disminuirá debido a la resistencia aerodinámica de la cápsula. La forma más eficiente de reducir la velocidad restante para un aterrizaje seguro es mediante una combinación de paracaídas y retrocohetes.



EL MAYOR PARACAÍDAS QUE SE DESPLIEGUE FUERA DE LA TIERRA


El paracaídas principal de la primera etapa tiene 15 m de ancho, similar al tipo de paracaídas diseñado para el aterrizaje de la sonda Viking de la NASA en Marte en 1972. Para ExoMars, los equipos utilizan una variante diseñada para la exitosa misión Cassini-Huygens de la ESA a Titán, la luna más grande de Saturno. Este sistema de paracaídas de tres etapas aún ostenta el récord del aterrizaje más distante de la Tierra jamás intentado.



El paracaídas principal de la segunda etapa tiene 35 m de ancho y está formado por una serie de anillos con espacios entre ellos. Este será el paracaídas más grande que jamás haya volado en Marte o en cualquier otro lugar del Sistema Solar, excepto la Tierra. Fabricado con más de 800 metros cuadrados de tela y más de cuatro kilómetros de cuerda para las líneas de suspensión, se tarda unos tres días en plegarlo dentro de su bolsa.



El meticuloso plegado de cada paracaídas dentro de su bolsa es esencial para garantizar un despliegue correcto.



El sistema de paracaídas probado en Suecia ya estaba calificado para volar a Marte en 2021, pero se almacenó cuando la misión se suspendió debido a la invasión rusa de Ucrania.



Los paracaídas están fabricados con un tejido muy ligero con una densidad de unos 40 gramos por metro cuadrado, aproximadamente la mitad de la de una hoja de papel.





europapress