Señor director:
Pase lo que pase con la economía global, con las guerras o con las tasas de interés, hay una certeza que se mantiene: los autos usados seguirán transándose. En mayor o menor magnitud, este mercado no se detiene. No ocurre lo mismo con los vehículos nuevos, cuyo dinamismo se ve directamente afectado por la incertidumbre económica, la disponibilidad de stock y las fluctuaciones del dólar.
Los autos nuevos dependen de múltiples factores externos. Una guerra o una crisis financiera puede paralizar su venta de la noche a la mañana. En cambio, el mercado de usados resiste y se adapta, funcionando como un termómetro real de las necesidades y decisiones de consumo de las personas. Su precio puede variar, sí, pero su liquidez y capacidad de respuesta frente a la realidad económica lo convierten en un eje clave para la movilidad y la economía cotidiana.
Ignacio Javier Schiattino F.
Gerente General
Hub Automotriz