El implante de una prótesis de silicona personalizada es una tratamiento quirúrgico que ofrece una alternativa estética "eficaz, permanente en el tiempo, con una recuperación rápida y resultados inmediatos" para corregir la deformidad del pecho hundido, afirma el jefe del servicio de Cirugía Torácica de Policlínica Gipuzkoa, el doctor José Miguel Izquierdo.
Esta opción que se ha implantado recientemente es "ideal" para pacientes adultos jóvenes: se puede realizar a partir de los 16 años, a cualquier edad, señala el experto. Además, es menos invasiva y permite corregir el defecto estético sin modificar la estructura ósea. Se realiza a partir de un escáner torácico que permite diseñar una prótesis a medida en 3D.
No obstante, el procedimiento requiere un ingreso breve, y permite retomar la vida normal en pocos días, evitando deportes de impacto durante los tres primeros meses.
El 'pectus excavatum', también conocido como pecho hundido, es una deformidad congénita de la pared torácica que se hace más evidente durante la adolescencia y, a día de hoy, cuenta con este reciente tratamiento estético y quirúrgico que se suma a otros dos anteriores, explica el doctor Izquierdo.
Una de las opciones es la cirugía reconstructiva abierta, conocida como técnica de 'Ravitch', indicada en casos severos, que se viene aplicando desde hace cincuenta años, y que requiere resección de cartílagos y reposicionamiento del esternón.
La otra opción consiste en una técnica más posterior de cirugía mínimamente invasiva, conocida como técnica de 'Nuss', que se inició hace unos años, en la que se introduce una barra metálica detrás del esternón para corregir la deformidad.
PECTUS EXCAVATUM
El 'pectus excavatum' afecta a entre 1 de cada 300 nacimientos, siendo tres o cuatro veces más frecuente en varones que en mujeres, y haciendose más evidente en la adolescencia, "coincidiendo con los picos de crecimiento", explica el doctor Izquierdo.
Aunque en la mayoría de los casos se trata de un problema estético, en situaciones severas puede llegar a comprometer la función cardiopulmonar, fatiga o dificultad para realizar ejercicio físico, apunta.
Aunque no se considera una enfermedad hereditaria, el 'pectus excavatum' "puede tener un fuerte impacto psicológico, especialmente en adolescentes". Por ello, en opinión del doctor, "resulta esencial la valoración individualizada y el enfoque multidisciplinar, porque son claves para ofrecer la mejor solución a cada paciente".