BRUSELAS, 7 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha insistido este lunes en que hay "avances" en las negociaciones a nivel técnico y político para lograr un "principio de acuerdo" antes de que acabe la tregua arancelaria con Estados Unidos, este miércoles 9 de julio; evitando así valorar el nuevo plazo del 1 de agosto que Washington ha sugerido como fecha para nuevos recargos para los países con los que no haya cerrado acuerdos para entonces.
Bruselas, cuyo equipo negociador habla en nombre de los 27 en política comercial, informó el pasado viernes a los Estados miembro del estado de las conversaciones sin que hayan trascendido detalles, aunque se da por hecho que la posibilidad de un acuerdo para aranceles cero ya no está sobre la mesa, porque Estados Unidos apuesta por mantener gravámenes clave.
"Estamos en contacto con nuestros contrapartes estadounidenses al nivel político más alto. El contacto a nivel técnico también continúa. Estamos plenamente preparados para alcanzar un principio de acuerdo de aquí al miércoles y estamos trabajando a toda máquina para lograrlo", ha afirmado en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill.
El portavoz ha avisado de que las negociaciones están en una fase "sensible" y que los negociadores trabajan "duro" para un acuerdo con el que "todos ganen" ("win-win", en inglés) y no uno en el que "todos pierdan".
En este contexto, ha añadido, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, habló este domingo por teléfonico con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para hacer balance, aunque no se ha conocido hasta este lunes que la llamada tuvo lugar y Bruselas ha evitado dar detalles de su contenido o duración. La conversación entre ambos fue "buena", ha dicho otro portavoz de Von der Leyen, sin aportar más datos.
De este modo, el Ejecutivo comunitario defiende que sigue presionando para un acuerdo que ponga fin a los aranceles y evita responder a las informaciones que apuntan a que Estados Unidos plantea cargos del 17% sobre determinadas producciones europeas, como las agrícolas.
Además, los servicios comunitarios siguen trabajando con todos los escenarios, incluidas medidas de represalia (la UE tiene en suspenso una primera ronda de contraaranceles y está finalizando una segunda lista), aunque insisten en que en este momento el foco está únicamente puesto en lograr un principio de acuerdo antes del miércoles.
Los contactos tanto a nivel técnico como político "sobre la sustancia" de las negociaciones son continuos, informa la Comisión Europea, aunque por el momento no hay contactos previstos "en persona" entre los jefes negociadores.
"No vamos a comentar cartas que no hemos recibido, ni vamos a comentar declaraciones hechas por la Administración estadounidense. Seguimos trabajando con el plazo del 9 de julio y en ese marco siguen los contactos políticos y técnicos entre la UE y Estados Unidos", ha zanjado Gill.
En todo caso, la propia Von der Leyen admitió el pasado jueves que veía "imposible" llegar a un acuerdo "en detalle" antes del 9 julio, es decir, apenas 90 días después de iniciar las negociaciones, porque las relaciones transatlánticas entre la UE y Estados Unidos representan un "ingente" volumen de negocio --de 1,5 billones--. Por ello abogó por cerrar un "principio de acuerdo" antes del miércoles, siguiendo el ejemplo de los pactos de Washington con Reino Unido y Vietnam.
En la batalla comercial lanzada tras su llegada a la Casa Blanca, Trump activo aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio europeo, de otro 25% sobre las importaciones europeas de vehículos y piezas y anunció otro 20% masivo sobre la mayoría de producciones restantes procedentes de la UE.
Con la tregua anunciada hasta el 9 de julio para dar margen a la negociación, el presidente norteamericano mantuvo en realidad los gravámenes sobre acero, aluminio y coches, si bien redujo temporalmente del 20 al 10% los otros aranceles, a los que Estados Unidos se refiere como "recíprocos" aunque no lo sean.