Al gobierno del Presidente Gabriel Boric le quedan 10 meses hasta que asuma el nuevo Presidente que será elegido en noviembre próximo. Para la gran mayoría de los chilenos, tal como lo señalan encuestas de las más variadas tendencias políticas, el actual gobierno será recordado como uno de los más destructivos y nefastos del país. Y no podía ser de otra manera, pues desde antes de la toma del poder, los medios o la vía que esta “generación joven” utilizó para tomarse el poder, fue, a mi parecer, cavernícola y cruel. Todos recordaremos esos terribles días de violencia en las calles que comenzaron en octubre del 2019. Los saqueos, la destrucción de iglesias sin respetar ni siquiera los diferentes credos religiosos fue, para la gran mayoría de chilenos, para esos que sienten algo de amor y pertenencia por su patria, días y hechos horribles. Lo chilenos sentimos que un grupo de violentistas y jóvenes revolucionarios de la época nos “arrebataron” nuestro país.
Nos quitaron ese Chile que por cierto tenía sus problemas. ¡Qué duda cabe al respecto!, pero era sin duda alguna un Chile muchísimo mejor que el que nos entregará el actual gobierno. Entonces el “recurso humano”, la “materia prima” que los revolucionarios de la época - encabezados por el mismo Presidente Boric, sus camaradas Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Karol Cariola, el actual candidato del Frente Amplio Gonzalo Winter, Vlado Milosevic, la dirigencia y muchos militantes del PC, FR y PS y tantos otros más, fue nada más ni nada menos que el “lumpen”, la delincuencia en general y por qué no decir, hasta el narcotráfico y quizás hasta milicias extranjeras. Tanto fue así que una de las primeras decisiones que adoptó el Presidente Boric al momento de “habitar” su cargo fue realmente aberrante para la inmensa mayoría de chilenos, pero no para su sector que inclaudicablemente lo apoya hasta el día de hoy con un 25-30%: el indulto a delincuentes del llamado “Estallido Social”. Esa generación joven de políticos lo que hizo en definitiva fue usar los problemas, las necesidades e ilusiones de las personas más modesta de nuestro país para así “vender” un relato que entre muchas otras cosas estuvo, por ejemplo, “no son 30 pesos sino 30 años” o “una educación gratuita, pública y de calidad”. ¿Se acuerdan?.
En vez de haber sido la generación política de jóvenes que permitieran el salto al verdadero desarrollo, lo que hicieron fue lanzar el país al abismo. Claro porque ya casi finalizando dicho gobierno los chilenos del 2025 son más pobres, llegan más apretados a fin de mes, la gente ya se guarda tempranos en sus casas ante una crisis de seguridad desbordada, el chileno medio ha tenido que sacar de sus sueños el de “la casa propia”. En fin.
Pero uno de los aspectos más llamativos de este gobierno a mí parecer es y será que prácticamente no hubo violencia en las calles, no hubo marchas que luego terminaban en desordenes con destrucción de las instalaciones tanto públicas como privadas, no hubo saqueos. Los Colegios de los distintos gremios, la CUT no salieron a marchar y si lo hicieron fueron contadas veces. Levantadas de voz con delicadeza, con un especial cuidado. ¿Por qué eso? Lo que sostiene los analistas políticos y el sentido común es que ello se debe porque esos mismos violentistas revolucionarios que estuvieron pronto a derrocar a un Presidente elegido democráticamente y que forzaron llevar a un país entero a un proceso constituyente para cambiar la actual Constitución por una que fue catalogada como un verdadero “mamarracho” por más del 60% del país, están muchos de ellos o quizás todos, trabajando en el actual gobierno ganando sueldos que en su vida volverán a ganar.
Y es aquí donde viene lo que será la prueba de oro y que permitirá despejar muchas dudas que inentendiblemente hasta el día de hoy perdura en las mentes de muchos chilenos, como por ejemplo quién mandó y coordinó la destrucción de más de 80 estaciones de nuestro Metro.
Todo indica que el próximo gobierno de Chile será de tendencia política de derecha. Si así resulta ser y a este le toca enfrentar marchas y manifestaciones masivas, violentas y destructivas protagonizadas por los mismos movimientos, partidos políticos y sectores que las organizaron y llevaron a cabo durante el gobierno de Sebastián Piñera, claramente no será una simple coincidencia. Si esos mismos manifestantes y asociaciones que se comportaron de forma brutalmente violenta durante el gobierno de Sebastián Piñera y que curiosamente se “aquietaron” durante el gobierno de Gabriel Boric comportándose como “niños buenos y bien educados”, será una potente razón para que socialmente se pueda atribuir, al menos, una complicidad a quiénes fueron los reales actores políticos reales que protagonizaron y estuvieron por la destrucción de nuestro país a partir de octubre de 2019. Ello, nuevamente, no será casualidad. Solo el tiempo y la razón lo dirá.
Mauricio Maturana C.
Abogado