Sr. Director,
En noviembre de 2025, SWIFT, la principal red de transacciones financieras globales, debe completar su adaptación a la norma ISO 20022. Esta nueva infraestructura, impulsada por SWIFT y bancos centrales, transformará los pagos internacionales, beneficiando a las empresas chilenas con operaciones en el extranjero.
La ISO 20022 optimizará la comunicación y el procesamiento de transacciones, creando un sistema más eficiente e integrado. Esto se traducirá en operaciones internacionales más rápidas, precisas y transparentes para las empresas chilenas.
Más allá de la logística de enviar y recibir bienes, la concreción de pagos y cobros es el cierre definitivo de las operaciones comerciales. En un mundo interconectado, los pagos internacionales son vitales para el comercio exterior chileno. La implementación de la ISO 20022 subraya la necesidad de superar barreras tecnológicas y regulatorias que impactan negativamente en los resultados empresariales.
Estas barreras incluyen regulaciones contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, que aumentan los requisitos de verificación. Además, las sanciones financieras a ciertos países complican las operaciones. A esto se suman trabas burocráticas, acceso limitado a divisas y la volatilidad cambiaria, que puede afectar la rentabilidad.
Aunque los costos de transferencia en mercados emergentes pueden ser altos, Chile, con un sistema financiero relativamente desarrollado, puede beneficiarse de la adopción de la ISO 20022. Los retrasos en las transferencias y las comisiones excesivas impactan la liquidez y las finanzas de las empresas chilenas, especialmente de las pymes.
La llegada de las fintech a los pagos internacionales ha introducido modelos disruptivos y competitivos. Estas empresas, usando tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain, ofrecen soluciones que permiten pagos en tiempo real, minimizan riesgos cambiarios y reducen comisiones.
Optimizar los pagos internacionales es crucial para la competitividad. Los reguladores chilenos deben adoptar estándares globales como la ISO 20022 para facilitar la interoperabilidad, reducir costos e impulsar la transparencia. Los organismos internacionales pueden ayudar a reducir barreras burocráticas y garantizar la disponibilidad de divisas.
Las empresas chilenas deben ser proactivas, explorando los servicios ofrecidos por entidades tradicionales y fintechs para reducir costos y mejorar la eficiencia. Los pagos internacionales son una herramienta estratégica para la competitividad y el crecimiento. Mejorar su eficiencia y accesibilidad debe ser un esfuerzo conjunto del gobierno y las empresas chilenas, beneficiando el comercio global y la economía local.
Alfonso Molinare
Country Manager de Ebury en Chile