​Zonificación costera en Antofagasta: Un desafío para el futuro del país

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Francisco Javier Gonzau0301lez Cruz



Es relevante volver la mirada a lo que está pasando fuera de Santiago, pues ahí se encuentran los gérmenes de cambios importantes que pueden definir el futuro del país. El proceso de zonificación costera, que acaba de comenzar en Antofagasta, es un claro ejemplo de ello.


La región de Antofagasta es un polo estratégico para el desarrollo de la minería, el litio y el hidrógeno y amoníaco verdes, industrias esenciales para el desarrollo productivo de Chile en el futuro. De ahí que la Zonificación del Borde Costero no sea un tema meramente local, sino una cuestión país de la mayor relevancia.


Durante un reciente seminario convocado por el Gobierno Regional de Antofagasta al cual tuvimos la posibilidad de asistir, se dio inicio al proceso de zonificación del borde costero, que constituye un desafío y una oportunidad gigante para esa región. ¿Por qué es tan relevante? Porque, entre otras, tendrá consecuencias vinculantes para todo proyecto que requiera concesiones marítimas, afectando directamente la convivencia entre empresas, comunidades locales y pueblos originarios y determinando dónde y de qué manera podrán utilizarse bienes fiscales y nacionales de uso público.


En la instancia expusieron representantes de la comunidad científica, el empresariado y las comunidades locales. Uno de los temas que más preocupan es la proliferación desmedida de instalaciones innecesarias o –de alguna manera– redundantes en la costa. En este sentido, la infraestructura compartida —como puertos, desaladoras y otras instalaciones— aparece como una solución estratégica. El Estado tiene aquí un rol crucial: debe crear las condiciones normativas y sociales y establecer un ecosistema de incentivos adecuados para el desarrollo de estas infraestructuras compartidas, evitando la sobrecarga del borde costero y promoviendo un uso eficiente y sostenible del territorio.


La zonificación del borde costero de la región de Antofagasta comporta una oportunidad única para construir entre todos una visión compartida, que armonice usos económicos, protección del medio ambiente y respeto por los usos humanos de subsistencia y recreación. El resultado final será un instrumento que brindará certezas jurídicas, reducirá los conflictos socioambientales y ayudará a enfrentar de mejor manera los desafíos que impone el cambio climático.


A lo anterior se suman otros procesos de planificación actualmente en curso en la zona: la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde y la Estrategia Regional de Desarrollo. Asimismo, recientemente se ha sometido a toma de razón el reglamento de elaboración de los Planes Regionales de Ordenamiento Territorial, norma que al entrar en vigencia permitirá, de conformidad con la Ley Nº 21.074, que los gobiernos regionales puedan aprobar estos nuevos instrumentos de planificación, de carácter vinculante.


Por eso, es altamente recomendable que las comunidades, empresas, desarrolladores, académicos y ciudadanos participen activamente en este importante proceso, cuyo éxito dependerá fundamentalmente de la capacidad para dialogar y construir acuerdos.


Francisco Javier González Cruz, abogado socio de González, Guzmán & Matthei

europapress