El reto mexicano

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Luis Riveros

El deterioro de la situación de seguridad que experimenta México e los días presentes es notorio y marca un ritmo ascendente. 73 asesinatos diarios marca una especie de record mirando la experiencia de muchos otros países en materia de seguridad y las operaciones del crimen organizado. Es una señal de alerta para países como Chile que recién están entrando en el camino de violencia que marca el desarrollo del narcotráfico como actividad productora y comercial. Extiende esta actividad sus redes desde la actividad “micro” a la existencia de grandes distribuidoras que protegen con violencia sus mercados para favorecer la mantención de enormes márgenes de ganancia. Esto lleva a los enfrentamientos a que nos estamos acostumbrando en varios países, que tienen que ver con la protección de territorios y su ampliación en la misma medida en que el mercado de consumo interno y exportación crecen. En México esto lleva años en desarrollo, seguramente estimulado por la cercanía con el poderoso centro de consumo que representa USA, donde seguramente hay otras organizaciones que “negocian” transacciones con el sur, también en el ánimo de mantener una cuota territorial en el afán de ganancia y expansión permanente del mercado. Todas las acciones que en México se han llevado a cabo, y que envuelven operaciones policiales y militares han resultado insuficientes; las mafias parecen operar independientemente de la realidad política del país asegurándose una porción de mercado que se disputa intensamente y de allí la cadena de acciones violentas a las que ya se acostumbra la ciudadanía, que vive seriamente amenazada.


México es un país con una fuerte cultura y un extraordinario desarrollo en materia de educación formal. Es dueño de un sentido de nacionalismo que les destaca en la región, junto a un arte y una historia que se proyecta con personalidad propia hacia el mundo. Un país federal pero que posee un fuerte sentido de integración en todos los campos, lo cual se proyecta en visiones nacionales y en el empeño de producir un desarrollo del país en un sentido integral. La pregunta es porqué, en una sociedad con elementos integradores tan fuertes derivados de su realidad histórica y social, surge el narcotráfico para imponerse como una especie de “estado dentro del estado”, dominado por la violencia y el horror de muertes y ejecuciones a vista y paciencia de una sociedad que se ve desprotegida. Probablemente la respuesta radica en la ausencia de una conducción política que enfrente al narcotráfico con decisión y sin miedos; seguramente esto se está haciendo, porque en realidad no lo sabemos. Pero al menos podemos afirmar que la efectividad de la lucha contra el narcotráfico es cuestionable porque también la organización que provee el Estado es insuficiente para abordar una lucha integral contra el delito asociado a bandas criminales y al desempeño económico de la ilegalidad. La cuestión de fondo es que, al parecer, la institucionalidad mexicana está perdiendo la batalla contra el narcotráfico y sus mecanismos de expansión y protección. Las señales que emanan de los primeros días de la nueva administración no son, en este sentido, auspicioso. Las organizaciones delictuales están poniendo a prueba la decisión y capacidad de control de las nuevas autoridades, que seguramente no innovarán mucho respecto a lo que significó la administración de AMLO.


El nuevo gobierno de los EEUU introduce un posible cambio de tendencia en el control del narcotráfico y de su influencia en el terreno político. Esto último, porque como como en los antiguos tiempos colombianos, el narcotráfico ha incursionado en el campo de la política como una manera de adquirir protecciones a su desempeño en el negocio principal que impulsa. Se ha anunciado en EEUU medidas cruciales que detendrán o aminorarán el ingreso de droga y reducirá la capacidad de venta por parte de los carteles más significativos provenientes del sur. Pero esto será una batalla que tendrá largos desarrollos y en cuyo éxito debiera tener un rol decisivo los gobiernos de estados al sur del rio grande. Lo que haga México, de aquí en adelante, será un factor decisivo en la lucha global contra el narcotráfico y su estela de muerte y destrucción.


Prof. Luis A. Riveros

Universidad Central

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