Cinco desafíos que marcarán la agenda de la industria minera

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La minería sigue siendo un pilar fundamental de la economía global, sin embargo, actualmente transita en un entorno mixto de oportunidades y desafíos. La industria enfrenta una presión creciente para reducir su huella ambiental lo que incluye la necesidad de disminuir las emisiones de carbono, gestionar adecuadamente los desechos generados y, asimismo, invertir en tecnologías verdes y en la utilización de energías renovables para reducir la dependencia de combustibles fósiles en sus operaciones.


Cobre y litio: pilares de la transición energética y electromovilidad


Con énfasis en la promoción de inversión en minería y el desarrollo de nuevos proyectos, el cobre y litio juegan un rol fundamental en la transición energética a nivel mundial. En el caso de las baterías de automóviles eléctricos y de dispositivos portátiles, estos componentes son claves para su elaboración.


‘‘El cobre es un excelente conductor de electricidad y calor, lo que lo convierte en un componente esencial para diversas tecnologías de energía limpia y electrificación. Al mismo tiempo, las turbinas eólicas y los paneles solares, por ejemplo, requieren cantidades significativas del mineral rojo’’, comenta Andrés Soto, director de Ingeniería Civil en Minas de la Universidad San Sebastián (USS).


A su vez, los vehículos eléctricos utilizan entre dos y cuatro veces más cobre que los autos convencionales y es fundamental en el funcionamiento de los motores eléctricos, las baterías, los cables y los sistemas de carga. En la misma línea, las baterías de iones de litio son esenciales para los autos eléctricos debido a su alta densidad de energía, lo que permite mayores autonomías y tiempos de carga más rápidos. Así, ambos minerales son fundamentales para la transición hacia una economía más sostenible y electrificada, mientras que la demanda creciente del cobre y litio impulsará la innovación en técnicas de extracción y reciclaje, así como en el desarrollo de tecnologías más eficientes y sostenibles.


Rol de la Geología en Chile


La minería en Chile no se explicaría sin la Geología, una ciencia cuyos descubrimientos están al inicio de cualquier proyecto minero aportando, además, conocimiento del terreno para su extracción sustentable, así como los riesgos sísmicos y volcánicos que se podrían producir. Así, su principal rol en la labor minera es conocer el tipo de yacimiento y su distribución, así como determinar los minerales y los procesos que han dado orígenes a éstos.


Para Benigno Godoy, académico de Ing. Civil en Minas USS “el geólogo hace primero una exploración superficial, luego campañas de perforación para ver la distribución en el subsuelo hacia las cortezas y zonas profundas, esa información se los equipos de ingeniería para en conjunto, desarrollar los métodos de extracción y expansión de los yacimientos”.


Recursos hídricos para la minería


El agua es un recurso vital en la minería, tanto para el procesamiento de minerales como para la gestión del polvo y la refrigeración. Además, dado el estrés hídrico que existe entre la zona norte y centro del país, los procesos mineros muchas veces deben reprocesar el agua en reiteradas ocasiones e incluso se está avanzando en el uso de agua de mar en los procesos metalúrgicos.


‘‘La minería chilena está recurriendo al agua de mar pensando en su desalinización, dado que adicionalmente enfrenta desafíos relacionados a las menores leyes minerales que obliga a un mayor uso del recurso para obtener cobre fino’’, complementa Andrés Soto. De este modo, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) estima que para el 2032, alrededor del 68% del agua consumida por la industria minera local provendrá del mar y alrededor del 32% será agua continental.


Mientras que uno de los principales desafíos técnicos de la utilización de agua de mar es la corrosión de los equipos, debido a que es más oxidante que el agua pura, provocando el deterioro anticipado del equipamiento. De este modo, adoptar prácticas innovadoras y sostenibles en el uso y tratamiento del agua, junto con un fuerte cumplimiento de las regulaciones y la colaboración con las partes interesadas, permitirá a la industria minera mitigar su impacto y operar de manera responsable.


Tratamiento de relaves


El procesamiento de relaves en minería es una acción crucial para la gestión de residuos generados durante la extracción de minerales. Adicionalmente, genera gran interés en la recuperación de agua para reducir el consumo de agua fresca en la operación minera.


A su vez, el tratamiento y reutilización de estos desechos mineros busca impulsar economías circulares y revalorar los metales que habían sido excluidos en procesos anteriores. Incluso en algunos casos, los relaves se pueden reutilizar como materiales de construcción y ser empleados en la fabricación de ladrillos o en la construcción de carreteras. Sin embargo, es esencial implementar sistemas de monitoreo y control para garantizar que los relaves no generen impactos ambientales adversos, como la contaminación de aguas subterráneas o superficiales y, así, garantizar la sostenibilidad de las operaciones mineras.


Tecnologías 4.0 y modelos teóricos con I.A.


Paulatinamente, la integración de tecnologías 4.0 e Inteligencia Artificial (I.A) en la minería están transformando la industria, mejorando su eficiencia, seguridad y la sostenibilidad de los procesos de extracción y tratamiento de los minerales. Mediante la aplicación de Big Data y análisis de datos se puede conseguir una predicción y mantenimiento predictivo de información clave.


A través del procesamiento de grandes volúmenes de datos, por ejemplo, se logran predecir fallos en equipos y planificar el mantenimiento de estos antes de que ocurran averías. A su vez, La I.A utiliza algoritmos de aprendizaje automático para optimizar la exploración de minerales, mientras que con la aplicación del Internet de las Cosas (IoT)* se pueden disponer de sensores conectados para monitorear en tiempo real las condiciones operativas y el estado de los equipos.


Finalmente, la automatización se traduce en el desarrollo de vehículos autónomos y robots para realizar tareas peligrosas, mejorando la seguridad y reduciendo los costos operativos. ‘‘La implementación de estas tecnologías no solo mejora la eficiencia y la rentabilidad de las operaciones mineras, sino que también contribuye a una minería más segura y sostenible’’, cierra Benigno Godoy.


En 2024, la industria minera deberá enfrentar estos desafíos con una combinación de innovación tecnológica, prácticas sostenibles y un enfoque renovado en la responsabilidad social. A su vez, se deben reducir los tiempos que demoran en otorgarse los permisos ambientales que desfavorecen a las inversiones mineras e industriales, junto con recuperar climas de confianza que favorezcan la inversión en minería, estos aspectos serán claves si Chile desea aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética.


europapress