Subsidios económicos que moldean sociedades

|

Felix Pilay

La complejidad en el manejo de la economía global, pocas son las decisiones que pueden equipararse en importancia que tienen en la vida económica de una nación los llamados subsidios. Estos subsidios, por lo general son presentados como medidas para estimular sectores específicos o proteger a los más vulnerables, son una herramienta efectiva de política económica con efectos profundos. La creciente tendencia hacia la eliminación de los subsidios a los combustibles en Ecuador ha despertado debates apasionados.


Los teóricos, economistas neoliberales que se presentan como defensores de la eliminación de subsidios sostienen que es un paso crucial hacia la eficiencia económica. En muchos casos, sostienen que los subsidios distorsionan los mercados al mantener artificialmente bajos los precios de los combustibles. Es entendible esta posición pues la teoría neoliberal sostiene que el estado no debe intervenir en la economía y que los precios deben regularse por las leyes del mercado (oferta y demanda), y que toda inyección económica dirigida a mejor las condiciones de vida de la sociedad es un gasto.


Al mismo tiempo, desde la perspectiva fiscalista, la eliminación de subsidios libera recursos que son redirigidos hacia áreas como el pago de la deuda externa e interna y a satisfacer las exigencias de los organismos crediticios o como es tradición, caso Ecuador, aunque se intenta convencernos de que los recursos liberados serán destinados a la educación, la salud pública o la infraestructura. Sostienen además que la eliminación de los subsidios mejorará la estabilidad financiera a largo plazo, lo cual es incierto.


Por su parte, los sectores sociales quienes son críticos a estas iniciativas antipopulares, advierten que la eliminación abrupta de subsidios traerá consecuencias devastadoras para los sectores empobrecidos, ya que los subsidios juegan un papel crucial en la protección de las condiciones de vida de la población vulnerable, pues, efectivamente, eliminar los subsidio a los combustibles, tiene efectos inflacionarios en la economía y obviamente los sectores de la clase media y baja y sobre todo quienes se encuentran en la pobreza extrema sufrirán un gran golpe en sus estómagos. Lo cual contribuye para ampliar las desigualdades sociales y afectar negativamente el bienestar general de la población.


Eliminar los subsidios a los combustibles, inexorablemente conducirá a un aumento significativo en los precios de bienes y servicios, lo que a su vez desencadenará en un proceso inflacionario y con ello, se reducirá el poder adquisitivo de los consumidores. Es necesario destacar que esto no solo afectará a los ciudadanos comunes, sino que también perjudicará a la clase media, a las pequeñas y medianas empresas y emprendimientos que dependen de costos estables para operar y mantenerse competitivas en el mercado.


En la conducción práctica de la economía, la eliminación de subsidios, sean estos en los combustibles o en cualquiera de los otros ámbitos económicos, requiere que el mandatario de turno tenga un enfoque cuidadoso y equilibrado, ya que una eliminación de esta ayuda social requiere en consecuencia la implementación inmediata de políticas públicas acertadas para que minimice el impacto negativo en la población. De tal manera que los sectores golpeados puedan ajustarse y buscar alternativas viables.


Por tanto, es imperativo que el gobierno ecuatoriano del Presidente Noboa, de manera responsables, actúe de inmediato, implementando políticas complementarias, como programas de ayuda social dirigidos a sectores menos favorecidos y medidas de protección para los grupos vulnerables, y estas deben de ser aplicadas antes, durante y después del proceso de eliminación de subsidios. Para de alguna manera mitigar los impactos sociales negativos. No se requiere dádivas como la que se pretende entregar a un pequeño sector de la transportación, para intentar detener la explosión social.


Es necesario aclarar que los subsidios no son patrimonio del Ecuador, como se quiere hacer entender a la población, más bien, este es un mecanismo utilizado en un mundo, donde la desigualdad económica y social sigue siendo la preocupación central, los subsidios gubernamentales juegan un papel crucial en la vida diaria de millones de personas alrededor del mundo desde los países más desarrollados hasta los menos desarrollados o tercer mundistas. Estos apoyos económicos, diseñados para proporcionar ayuda directa o indirecta a sectores específicos de la población, por tanto, es importante analizar brevemente cómo diferentes países manejan estos subsidios para amortiguar los impactos económicos, sociales y políticos.


Los países ricos con alto poder adquisitivo como Dinamarca, Suecia y Noruega son conocidos por su generoso estado de bienestar, en estas naciones desarrolladas, los subsidios no son simplemente un paliativo, sino una parte fundamental del contrato social. Estos países entregan subsidios extensivos a su población en áreas como la educación, la salud y el cuidado infantil, asegurando con ello, alcanzar altos estándares de vida, mejorar su estilo de vida y oportunidades equitativas para todos los ciudadanos. Los subsidios son financiados por altos impuestos a los grupos sociales y son progresivos que implica que el que más tiene más paga.


Por su parte, los Estados Unidos también entrega subsidio a su población, principalmente en sectores agrícolas y energéticos, al mismo tiempo, tiene también programas sociales significativos como cupones de alimentos y para estudios académicos, Medicaid y viviendas subsidiadas. Esta política de subsidios son parte de la asistencia que da el gobierno para estabilizar sectores críticos y apoyar a los ciudadanos con necesidades económicas.


En la India y China, los subsidios se dirigen a los pequeños agricultores, así también a programas de asistencia médica y educación. China, por su parte, utiliza subsidios para fomentar sectores clave como la tecnología y la manufactura, mientras que, en la India, se centran en garantizar el acceso a servicios básicos para la población menos favorecida.


Mientras que Ecuador, considerado uno de los países más peligrosos del mundo, con una población de 17.283.338, según último censo, de los cuales 5,350.000 se encuentran en la pobreza, viviendo con 2,5 dólares día y 2.250.000 en la extrema pobreza, que implica que viven con menos de 1,75 dólares al día y tenemos un presidente, hijo del hombre más rico del país, que se da el lujo de eliminar los subsidios. se anuncia que para fines de junio eliminará el de los combustibles y con seguridad en poco tiempo el del gas de usos doméstico. Atento Ecuador.


Félix S. Pilay Toala

Profesor Universitario

Analista económico y político

Doctor, Economista, Magister en Administración Pública.

 Presidente, RED ICALC, (Red de Investigadores Científicos de América Latina y el Caribe)

Pilayfelix071@gmail.com

europapress