¿Qué nos deja ENADE 2024?

Interesante fue el talente del discurso del presidente de la República en ENADE 2024, a través del cual expresó las metas para lo que queda su gobierno. Al respecto señaló que espera crecer más del 2% anual, bajar la pobreza a 5%, crear 700 mil empleos, reducir la informalidad a 25%, lograr pensiones equivalentes al 75% de las últimas remuneraciones antes de jubilar y subir la producción de cobre en un millón de toneladas. 

Por su parte, el ministro de Hacienda pidió “menos portazos y más encuentros”, como también prometió orientar el gasto público hacia la inversión, generando impulsos directos e indirectos sobre la inversión, especialmente en el sector de la construcción.

Desde la perspectiva empresarial, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Ricardo Mewes, señaló que para desplegar todo el potencial empresarial a la hora de crear, invertir y ayudar a generar cambios, se necesitan condiciones mínimas que cifró en crisis de seguridad; un estado moderno, eficiente, ágil, profesional que garantice probidad y esté al servicio de los ciudadanos; certezas jurídicas, especialmente en la mejoras en las revisiones para los permisos medioambientales; competitividad tributaria y capital humano.

Todo lo anterior permite colegir que el discurso en esta nueva versión del encuentro empresarial, estuvo dirigido a facilitar el emprendimiento y lograr el crecimiento que nos permita el tan anhelado desarrollo.

Sin duda que todas esas proyecciones y objetivos manifestados estaban cruzados por un sistema tributario eficiente que no inhiba las acciones de los privados y que otorgue de los recursos suficiente al estado para lograr sus fines, ecuación que no es fácil plantear y que desde estos últimos 30 años hemos estado ajustando y aún no lo logramos.

Es evidente que el sistema tributario, especialmente en lo referente al Impuesto a la Renta que grava a las empresas y personas, influye en las metas de crecimiento que ha establecido el Presidente, y es necesario tener prontamente una respuesta definitiva si aumentará la carga de las empresas o de las personas naturales (tanto en los tramos altos como en los bajos de los impuestos personales). Así también, es obvio que urge combatir la informalidad en que se encuentran los emprendimientos no legalizados por la carga financiera que aquello les representa, pues el hecho de no contar con la formalización de sus operaciones, es un obstáculo para tener trabajadores con imposiciones que les permita una seguridad social mínima, como también es necesario para corregir la desigualdad que este sector genera, al competir con comerciantes que sí cumplen con las normas.

En este punto, creo que el gobierno se equivoca en colocar más castigos a la informalidad, pues, tal como he señalado en reiteradas ocasiones, lo eficiente es ofrecer sistemas simplificados que permitan la formalización.

Si tenemos una economía que crece, podremos disminuir la pobreza, como también mejorar las pensiones si hay mejores sueldos.

Solo si entendemos de esta forma el sistema tributario, podremos cumplir los porcentajes de aumentos que tan entusiastamente señaló el presidente.

Sin embargo, en todo discurso político está la sombra de la dogmática irracional que considera que el objetivo de toda reforma tributaria es aumentar la recaudación.

Esto se vio en el tema de la seguridad, el cual fue transversal en todas las intervenciones, especialmente en la realizada por la ministra del Interior, quien señaló en este punto, que el proyecto nacional por la seguridad requiere del Pacto Fiscal para reforzar las medidas, evidenciando que aún persiste el estilo de legislación tributaria que considera el aumento de la recaudación como su fin. En otras palabras, se insiste en justificar las iniciativas legislativas en materia tributaria a través del destino de los fondos que se esperan recaudar, en vez de poner el énfasis en cómo generar eficientemente los anhelados recursos.

Es por todo lo anterior que creo que esta ENADE nos dejó muchas buenas intenciones, compartidos horizontes, pero aún la sombra de lo errático que pueden ser la implementación de las políticas públicas

Prof. Germán R. Pinto Perry

Director Programas de Especialización Tributaria

Centro de Investigación y Estudios Tributarios NRC

Universidad de Santiago