Los avances y debates que nos brindan la inteligencia artificial y la neurotecnología

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Nicolas Vilela

Muchas veces se ve a la inteligencia artificial como algo inmenso e incontrolable, como si estuviera fuera de nuestro alcance, lo que en ocasiones opaca la valiosa contribución que está siendo en campos fundamentales de la existencia y a la promoción de nuevos ideales humanos. Un ejemplo es la medicina. ¿Qué cosas sorprendentes se pueden lograr desde la nuerotecnología? Conocí dos estudios de la revista Nature que demuestran las posibilidades que tiene para revolucionar nuestra salud y bienestar.


El primero de estos estudios narró la historia de una mujer que, hace 18 años, sufrió un derrame cerebral que le dejó sin capacidad de habla. En aquel momento, ella era una dedicada profesora de primaria y entrenadora de voleibol. Científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) le implantaron electrodos en su cerebro que decodifican las actividades neuronales asociadas a hablar, y la inteligencia artificial las tradujo óptimamente en palabras escritas en una computadora.


El segundo análisis exhibió el caso de otra mujer, de 68 años, que enfrentaba la devastadora esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Una enfermedad que causa una pérdida gradual del control muscular. A ella también se le adhirieron dispositivos cerebrales que trabajan con algoritmos de aprendizaje profundo basados en IA, comúnmente conocidos como deep learning. El resultado fue igualmente impresionante: estos instrumentos reconocieron las manifestaciones sinápticas relacionadas con verbalizar.


La revisión inicial presentó conclusiones interesantes, ya que arrojaron la reproducción de 78 vocablos por minuto, con una tasa de error del 25%. El siguiente, la traducción de impulsos se realizó con un menor porcentaje de error, alrededor del 9.1%. Estos números son hallazgos significativos, primero, porque ofrecen esperanza a aquellos que actualmente no pueden comunicarse. También porque abren nuevas perspectivas para la recuperación de otras habilidades sensoriales. Y además, con los procedimientos adecuados y una responsabilidad ética, estas cifras se pueden refinar aún más, al estar respaldadas en el autoaprendizaje.


¿Puedes imaginar las posibilidades que esta tecnología nos brinda? Las mejoras prometen ser múltiples, pero también conllevan desafíos y deberes considerables, ya que estos desarrollos están impulsando un debate sobre los dilemas bioéticos que les acompañan. La UNESCO atestigua los beneficios de esta tecnología, pero también los problemas que surgen en conexión con el uso de intervenciones no invasivas.


Como se señala en su sitio web: "A diferencia de muchas otras tecnologías de vanguardia, la neurotecnología puede acceder directamente, manipular y emular la estructura del cerebro, generando así información sobre identidades, emociones y miedos. Cuando se combina con la inteligencia artificial, su potencial resultante podría fácilmente poner en peligro conceptos esenciales como la identidad humana, la dignidad, la libertad de pensamiento, la autonomía, la privacidad mental y el bienestar".


Hace unas semanas nos enteramos de que Neuralink, la empresa dirigida por el multimillonario Elon Musk, está reclutando voluntarios para ensayos clínicos que involucran sus chips inalámbricos conectados a la red. Este proyecto ha obtenido el permiso de la FDA y tiene como objetivo, según el post de redes sociales donde se anunció, otorgar a las personas el poder controlar un teclado o un cursor de computadora mediante sus pensamientos.


Estos hitos y sus implicaciones plantean una serie de interrogantes fundamentales: ¿quién será el propietario y custodio de estos datos? ¿Cómo se garantizará el acceso a ellos y con qué niveles de precisión? Estas son preguntas pertinentes para comenzar a explorar y prever el futuro de los negocios, y en última instancia, la forma en que moldearán el panorama empresarial y económico.


Somos responsables en asegurar que estos avances se empleen para perfeccionar nuestros contextos, preservando al mismo tiempo los valores que nos definen como seres humanos. Debemos asegurarnos de que esté enraizada en principios éticos sólidos y en un profundo respeto por la dignidad y la privacidad. Ya sea para mejorar nuestras vidas, restaurando la capacidad de comunicación, o para aprovechar al máximo su impacto en el mercado. ¿Cómo impulsaremos su desarrollo de manera equitativa, responsable y sostenible?



Nicolás Vilela, CEO y fundador de ZTZ Tech Group.

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