​Desistimiento inmobiliario: Chile v/s EE.UU.

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Carlos Balart

No es sorpresa que las promesas de venta en el mercado inmobiliario estén a la baja, considerando el panorama económico del país sumado a las restricciones en créditos hipotecarios y la inflación. Lo que sí llama la atención la cantidad de desistimientos, no por los motivos, sino por la facilidad con que se pueden dar. Que hayan disminuido un 45% las promesas de venta en el primer semestre, es alarmante.


Al contrario de lo que pasa en Chile, las promesas de venta en Miami no se pueden cancelar, lo que hace seguros los proyectos para las inmobiliarias, para los bancos que financian la construcción y para los mismos compradores.


Este cambio surgió después de la crisis subprime en 2007. Los contratos de compra en pre construcción (blanco) no son sujetos a que el cliente consiga financiamiento. El pie en general va del 40% al 50%, que se va entregando entre la firma del contrato y el top off (último piso en obra gruesa). Además, no se permite la venta de este contrato con lo cual se terminó con la especulación y adquisición por parte de compradores sin los recursos para poder pagar la unidad.


Por otro lado, los bancos bajaron su financiamiento a las inmobiliarias de un 80% a un 50%. Y, ¿cómo compensaron esto las inmobiliarias? Pidiendo más porcentajes de depósitos, y así financiarse en gran parte a través de ellos.


Hoy quienes cuentan con liquidez están invirtiendo en proyectos en preconstrucción, esperando financiar el 50% o 60% del valor de la propiedad en unos años más, cuando se entreguen estas unidades y para entonces contemos con tasas más favorables.


En Chile, fuera de esperar una baja de tasas, se deben encontrar soluciones para que las personas vuelvan a tener mejor acceso a los créditos hipotecarios y mejorar las condiciones de endeudamiento. Sin eso, es muy difícil la reactivación del mercado inmobiliario.


Carlos Balart, 

CEO de Miaminmobiliario

europapress