Desde empresas que cuentan con 10 o 20 trabajadores, hasta aquellas cuya planta supera los 1.000 o 2.000 colaboradores, todas comparten algo en común: Se trata de la preocupación que existe -o que debiera existir- en torno al bienestar de las personas que componen los equipos, entendiendo el rol fundamental que cumplen en el logro de los objetivos económicos y sociales de cada compañía.
Y aunque este interés podría verse a simple vista como algo referido únicamente a la seguridad física de los trabajadores durante sus horas laborales, en especial en industrias como la construcción o la gran minería, donde existe un mayor riesgo de accidentes, lo cierto es que su alcance hoy es mucho más amplio, y ocuparnos de las personas es lo más obvio cuando internalizamos que son ellas el componente crucial de las empresas.
Un estudio elaborado por la consultora Gartner acerca de las principales tendencias que definirán el futuro laboral este 2023, establece que la pandemia tuvo un gran impacto en la relación de las empresas con sus trabajadores, creando efectos permanentes que pueden verse en la actualidad. De hecho, la salud ya no implica sólo el bienestar físico, sino también el mental, el cual se ha visto agravado por las turbulencias sociales, sanitarias, económicas y políticas de los últimos tiempos.
Hechos de este tipo inciden directamente en la productividad y el rendimiento, por lo que según informa Gartner, un 82% de los colaboradores considera importante que sus organizaciones los vean como una persona en su totalidad, en lugar de simplemente como empleados. Además, no podemos obviar la irrupción de los millennials en el campo laboral y cómo revolucionaron la forma de trabajar al contar con diferentes prioridades respecto de generaciones anteriores. Estamos hablando de adultos-jóvenes que privilegian un equilibrio entre su vida personal y profesional versus sueldos más altos, o que prefieren tomarse un año sabático para recorrer el mundo en vez de hacer carrera en un mismo lugar como sus padres.
Ante este cambio de paradigma, las empresas tuvieron que aprender y adaptarse a esta nueva realidad, pero aún está pendiente que comprendan el rol social que cumplen como generadoras de seres integrales y sanos, capaces de cumplir con sus funciones y ser un aporte para la sociedad, más allá de los buenos resultados económicos de cada compañía.
La buena noticia es que son cada vez más los ejecutivos que se especializan en estas áreas, reforzando la idea de la empresa como un actor crucial y activo dentro en el ecosistema. En el cuidado a los trabajadores, la línea de prevención de riesgo ha cumplido un rol histórico importantísimo, pero es momento de ampliar la mirada y preocuparnos de la resiliencia, el bienestar mental a la par del rendimiento y la calidad de vida de los colaboradores. Sólo así podremos contar con personas más felices, comprometidas y productivas que den lo mejor de sí mismos cada día.
Por Viviana González, Gerente BPO y Plataformas en Grupo Avanza