​El importante rol de la propiedad intelectual en el desarrollo sostenible

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Ignacio Merino1

Vivimos en un mundo donde los datos y la información cobran cada vez mayor relevancia, pero al mismo tiempo, sus características de constante transformación los convierten en algo líquido y volátil ¿Cómo podemos identificar a los creadores de cada nuevo desarrollo en medio de este flujo constante? Para lograrlo, requerimos de renovadas formas de abordar la Propiedad Intelectual, entendida como la conversión de las ideas creadas por la mente humana en activos que pueden agregar valor y mejorar la vida de las personas. Si aplicamos este concepto a la ciencia, es el vehículo por el que cada investigación se transforma en un producto o servicio beneficioso para la sociedad.


Debemos contar con herramientas que nos ayuden a sistematizar el proceso detrás de las ideas y el conocimiento que surgen día a día, porque si no poseemos la capacidad de asignar esos descubrimientos a alguien en particular, no podemos retribuirlos económicamente y como consecuencia, estamos deteniendo la oportunidad de que ese inventor pueda vivir de ello y así se fomente una industria en torno a ese primer paso. Si alguien contribuye sin ser retribuido/a o reconocido/a, lo más probable es que pierda el incentivo como motor que moviliza. En cambio, tener herramientas que permitan reconocer un derecho exclusivo por una determinada cantidad de tiempo, como por ejemplo, una patente de invención, permite contar con recursos e impulsar la creatividad para que ese puntapié inicial genere nuevas conexiones y redes, y al final, valor e impacto en la sociedad.


Mirando a futuro, este gran desafío es el que se busca abordar en el conversatorio “El rol de la Propiedad Intelectual en el Desarrollo Sostenible”, el cual se va realizar en agosto, y que contará con la participación de Kathi Vidal, Subsecretaria de Comercio para la Propiedad Intelectual y Directora de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO).


El principal objetivo es debatir acerca de los avances en tecnología e innovación basada en ciencia, y cómo esto nos plantea retos que debemos tener presentes para co-construir y definir en conjunto la manera de proteger y promover creaciones de rápida implementación a través de diferentes mecanismos, que no sólo son patentes, sino de nuevas formas que quizás aún no visualizamos y que pueden cubrir las necesidades de los tiempos actuales.


Esto es muy similar a lo que ocurre cuando abrimos una cuenta en plataformas de contenido colaborativo como YouTube, Tik Tok u otra red social. Al aceptar los términos y condiciones, en realidad también estamos firmando un contrato, un framework de Propiedad Intelectual llamado Creative Commons, que años atrás alguien creó en Estados Unidos y gracias al cual, es posible acceder a una base donde cualquiera puede aportar con nuevos contenidos de forma ordenada y clara que son utilizados de manera global.


Ese es el tipo de Propiedad Intelectual al que apuntamos hoy, una base que, a semejanza de los árboles, a partir de una raíz y sus ramificaciones da origen a múltiples posibilidades de nuevas aplicaciones, a modelos de transferencia y transacciones que permitan el reconocimiento de ese creador o creadora.


Para poder abordar los tremendos desafíos que hoy estamos enfrentando como sociedad global, necesitamos fomentar y acelerar la colaboración y la transferencia del conocimiento de base científico-tecnológica, y así conseguir resultados que impacten positivamente de manera exponencial. Si de verdad queremos lograrlo, necesitamos tener los incentivos adecuados y dar la importancia que merece la Propiedad Intelectual para definir un marco que funcione de acuerdo a los requerimientos actuales. Sólo así podremos realmente fortalecer los vínculos entre la ciencia que produce el conocimiento, y la industria que lo aplica desarrollando productos y servicios que cambien las vidas de las personas positivamente.


Ignacio Merino, 

Director Ejecutivo de HUBTEC Chile

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