​Consejo del B. Central advirtió presiones inflacionarias “mayores que las previstas” en última RPM

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Consejo 2023

La decisión de mantener la tasa de interés en 11,25% fue unánime en la Reunión de Política Monetaria (RPM) celebrada el pasado 4 de abril. De acuerdo a la minuta de tal sesión, el Consejo del organismo recordó que “durante las últimas Reuniones se había entregado un claro mensaje respecto de la evolución futura de la Tasa de Política Monetaria (TPM). Esto era, que la tasa se mantendría en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indicara que la convergencia de la inflación a 3% se había consolidado. Todos los Consejeros concordaron en que, del análisis de los antecedentes presentados en la preparación del IPoM de marzo, se concluía que todavía no había evidencia que permitiera afirmar que la convergencia inflacionaria se había consolidado.”



Por lo pronto, apuntó la entidad, “si bien la inflación total había continuado reduciéndose, aún permanecía en niveles elevados. La inflación subyacente, que debería ser una mejor guía para la evolución de la inflación futura, no descendía. A febrero, esta se ubicaba en 10,7% anual, similar a los valores en los que se había mantenido desde hace varios meses. Además, con una sorpresa al alza del orden de un punto porcentual cuando se le comparaba con lo proyectado en el IPoM de diciembre.”


La actividad tampoco mostraba un ajuste acorde con lo esperado. El Consejo consignó que “la brecha de actividad se corregía significativamente al alza cuando se eliminaba el efecto puntual de la caída en la actividad del sector transporte. Además, la revisión de las Cuentas Nacionales indicaba que la composición de la demanda interna era más inflacionaria que lo previsto, con un consumo mucho mayor y una inversión estancada desde hace varios trimestres. Todo esto daba cuenta de un escenario donde las presiones inflacionarias eran evidentemente mayores que las previstas.”


Riesgos

Todos los consejeros concordaron en que el escenario económico presentaba riesgos relevantes. “Por un lado, existía el riesgo de que la inflación se hiciera más persistente. En una situación como esta, el Banco tendría que responder con una política monetaria particularmente agresiva y contractiva. Los costos en materia de actividad económica y empleos serían ‘transitorios’, pero ciertamente significativos. Sin embargo, el Consejo no tendría otra alternativa para cumplir con el mandato y, tan importante como lo anterior, para evitar costos de carácter “permanente” y significativos en materia de estabilidad macroeconómica y bienestar económico”, menciona la minuta.


Por otro lado, añade el escrito, “también había riesgos muy relevantes en el plano externo. Existían escenarios de riesgo en que la situación internacional podía deteriorarse de manera abrupta y pronunciada. En una situación como esa, el Banco tendría que reducir agresivamente la TPM. Esto ocurriría, precisamente, porque la inflación convergería más rápido a la meta en un contexto de fuerte desaceleración de la actividad económica. Lo anterior, sin considerar las potenciales medidas adicionales de política económica que un escenario de crisis financiera mundial pudiese requerir implementar ex post y/o ex ante”.


De esta forma, sentencia el documento, “todos los Consejeros concordaron en que cualquiera de estas situaciones formaba parte de los riesgos del escenario macroeconómico. Por la misma razón, no eran considerados en las sensibilidades que daban sustento al corredor para la TPM. Con todo, hubo coincidencia en que el Banco debía actuar con flexibilidad en caso de que alguno de los riesgos internos o externos se concretara y las condiciones macroeconómicas así lo requirieran.”


Así, la presidenta del Central, Rosanna Costa Costa, el vicepresidente Pablo García Silva, y los Consejeros Alberto Naudon Dell’Oro, Luis Felipe Céspedes Cifuentes y Stepanka Novy Kafka, votaron por mantener la TPM en 11,25%.



europapress