​La economía chilena parece tender a un ajuste de largo plazo, pero lentamente

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Victor Salas

La economía chilena parece tender a un ajuste de largo plazo, pero lentamente 

Durante octubre y noviembre, los encargados de la política económica monetaria y fiscal en Chile, han seguido aplicando medidas, principalmente por medio del ajuste de la Tasa de Interés de Referencia y control de la liquidez, para equilibrar la caída de la actividad y la creciente inflación producidas por el shock generado durante la pandemia del COVID-19. En este sentido, los datos actualizados, muestran que el IMACEC después de alcanzar un máximo en junio de 2021 (21,1%), ha comenzado a decaer hasta -0,4% anual en septiembre de 2022, en paralelo, la inflación anualizada si bien se mantiene en dos dígitos, en octubre disminuyó por segundo mes consecutivo luego del máximo de agosto (14%) y se ubica en 12,8%, por lo que al parecer la economía comienza a volver a su equilibrio de largo plazo. Por su parte, la tasa de desempleo de ha mantenido relativamente estable el último año en niveles similares a los de prepandemia, aunque levemente al alza. La caída del IMACEC ocurre en un contexto esperable, dada la alta base comparativa de 2021, el desajuste macroeconómico mitigado con una leve y parcial intervención del Estado, y con expectativas internas y externas de una recesión global para 2023.

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Luego de aumentar 91% entre 2020 y 2021, el dinero (M1) retrocede en 27% este último año

El ajuste de las variables macroeconómicas aún no se concreta, no obstante, el Banco Central anunció el fin del ajuste al alza de la TPM, y espera que el IPC alcance su rango meta en 2024. En cuanto a la liquidez que circula en la economía, reflejada en el agregado monetario M1, se observa que el crecimiento de 91% que tuvo entre marzo de 2020 y julio 2021 se tradujo en un decrecimiento total de -27% entre agosto del año pasado y octubre de 2022, en parte, porque este año no hubo retiros programados desde los fondos de pensiones, y el presupuesto fiscal para este año se redujo en 22%, focalizándose la política de gasto fiscal en los sectores mas vulnerables, en particular, el trabajo peor remunerado (IFE laboral).


Existen claras expectativas negativas para nuestra economía en 2023

Las expectativas en la economía son negativas para 2023, por una parte, el Informe de Finanzas Públicas del tercer trimestre, proyecta un escenario aún más pesimista respecto de su versión del segundo trimestre, en este sentido, ajustó a la baja el PIB y el precio del cobre en -0,4% y $30 pesos respectivamente, a la vez que aumentó el nivel del IPC en +0,9%, por lo que en conjunto se ubicarían el próximo año en -0,5%, $362 y 6,3% respectivamente. Esta información se complementa con la señalada por el índice de Confianza del Consumidor que publica el Banco Central, el cual luego de repuntar en 2021, muestra una caída progresiva que en promedio alcanza -2,1% entre febrero y octubre de 2022.


Que se juntan con las tendencias recesivas del mundo

Junto a la compleja situación interna, debemos agregar la desaceleración externa que vive el mundo, en concreto nuestros principales socios comerciales, cuyas tasas de crecimiento del producto interno bruto desde el tercer trimestre de 2021 han comenzado a estancarse, estabilizando en la actualidad una tendencia a la baja, pero con perspectivas recesivas para 2023.

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En este contexto, de reactivación e incertidumbre sobre una potencial recesión con niveles de inflación fuera del rango meta, es de esperar que las autoridades monetaria y fiscales sigan coordinadas en su actuar. En suma, es prudente anclar las expectativas hacia una recesión el próximo año, por lo que es importante que se priorice el gasto público en fomentar la inversión público y privada, y en apuntalar los sectores más afectados por la crisis económica sin afectar el bienestar de agentes que productivos.


Víctor Salas Opazo y Equipo Conversatorio de Política Económica (*)

Departamento de Economía, USACH

(*) En el Equipo del Conversatorio además participan Sebastián Cuellar Pedreros, como coordinador de ayudantes de Investigación y Sebastián Cárcamo, Víctor Porma, Cristian Román, como ayudantes de investigación.

europapress