Sr. Director,
En el marco de la presentación de la Estrategia Nacional de Electromovilidad, el Gobierno anunció que en 2035 sólo se venderán vehículos eléctricos en Chile. A su vez, Estados Unidos se suma a la larga lista de naciones que aseguran que para el 2030 sólo comercializarán autos eléctricos en su país.
La meta que los mercados están incorporando me parece sumamente positiva y ambiciosa, las externalidades que se producen por la reducción de la huella de carbono y las emisiones de C02 van a contribuir positivamente al medio ambiente si es que se logran metas de este tipo.
Empresas como Ikea y Uber, afirmaron que durante el 2035 esperan reducir a cero el uso de automóviles de gasolina. Sin embargo, cabe preguntarnos qué tan reales son estas proyecciones, dada la precaria infraestructura para la carga de autos eléctricos en el mundo y los altos valores de este tipo de automóviles.
Suponiendo que la capacidad de producción sea la correcta para ese año y que se encuentre disponible para suplir la demanda de vehículos nuevos, es una meta ambiciosa. Desde el punto de vista de recarga puede ser perfectamente aplicable, sin embargo, como país aún no estamos preparados en materia energética para abastecer tanta energía, habría que calcular todo el consumo de electricidad que necesitaría un nuevo parque automotriz, y ver si efectivamente es capaz de cumplir con las proyecciones, calculo que dudo se haya realizado.
Por ello, es fundamental que el Estado sea activo para la incorporación de los vehículos eléctricos de uso particular en Chile. Deben existir incentivos reales para las personas, como exenciones tributarias. El cambio es de las personas pero con el apoyo estatal.
Manuel Parraguez
Gerente General Gama