Encuestas finales

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Javier FuenzalidaLa credibilidad de las encuestas es muy variable, originando una discusión bizantina entre los políticos y los medios de comunicaciones. Los que se sienten perjudicados sostienen que las encuestas no son confiables, los favorecido le dan crédito.


Sin embargo, hay otro tipo de encuestas que gozan de una apreciación incontestable. ¿Alguien duda que una muestra al azar de dos centímetros cúbicos de sangre, igual a 0,1 % del total que circulan por nuestro cuerpo, nos permite determinar la cantidad de glóbulos rojo, blancos y plaquetas, como así mismo la cantidad de colesterol, triglicéridos y otros componentes y que no se necesita sacar repetidas muestras para verificar que no haya errores, a pesar que el muestreo es un proceso aleatorio y que está sujeto a un margen estadístico de error.


Otro centímetro cúbico permite contar las sales, urea y otros elementos que flotan en nuestra orina.


Los oceanógrafos calculan, en base a muestras, la cantidad de plásticos que flotan en los mares, los geólogos las masas de hielo de nuestros glaciares y otro tanto para dimensionar los metales contenidos en un yacimiento mineral, los arqueólogos describen civilizaciones pasadas en base a muestras de todo tipo de cosas encontradas en un lugar… etc. Pero cuando se trata de resultados de encuestas de opinión pública, comienzan las dudas, sin reparar en que la metodología es una sola basada en la teoría matemática de las probabilidades y de la inferencia estadística.


A pesar de las descalificaciones que abundan en todas las elecciones, las diferentes candidaturas continúan contratando encuestas de opinión para destacar la fortaleza del candidato y simultáneamente criticar las de los otros contrincantes. Las elecciones del próximo 21 de noviembre no son la excepción. La ley 18.700 sobre votaciones y escrutinios debió fijar el calendario electoral, que va desde el 21 de agosto al 19 de noviembre para las campañas y desde el 20 de septiembre hasta el 16 de noviembre para la propaganda, determinando, además, fecha tope para dar a conocer los resultados de los estudios de opinión pública, ayer 4 de noviembre.


En el transcurso de la campaña, semana a semana, los resultados de las encuestas han ido variando para los diferentes candidatos, favoreciendo a Kast, Boric y en un inicio también a Sichel proyectándolos para disputar la presidencia en la primera y segunda vuelta.


Por ejemplo, en el caso de las encuestas de Cadem, Kast partió en Julio con un 7 % de preferencias, Boric y Sichel con 24 %, los demás no han conseguido remontar. En las semanas sucesivas, Kast es el único que ha experimentado una tendencia creciente hasta llegar hoy al 23, mientras que Boric se ha mantenido en el rango de 20 al 24. Sichel se derrumbó, siempre fue decreciendo desde un expectante 24% al 7 %. Otras encuestas de Tuinfluyes.com, Pulso Ciudadano de Copesa, Criteria, Research y Feedback muestran las mismas tendencias, con ligeras variaciones. Ayer que era la fecha límite para publicar resultados apareció la encuesta Feedback terminada el 2 de noviembre y que pronostica el triunfo de Kast con 36 % seguido de Boric con 30 % y que, en una segunda vuelta, el primero obtendría el 49 % de los votos y el segundo 41%.


Todas ellas con realizadas con una total cobertura nacional abarcando cerca de 200 comunas. Los tamaños de cada muestra fluctuaron entre 1.000 a 5.000 encuestados elegidos al azar, pero en forma estratificada con objeto de que el perfil muestral fuera el más aproximado al de la población votante que alcanza a 15 millones de personas. Si la abstención llega al 30 % como algunos analistas piensan, habrá del orden de 10 millones de votantes y las muestras de las encuestas no habrán sobrepasado el 0.01 % de ese universo, casi igual que las muestras de sangre o de orina de un paciente cuyos resultados nadie cuestiona.


La teoría de inferencia estadísticas indica que una estimación, aun con todas las perfecciones y precauciones que se tomen, está sujeta a un error muestral, de modo que lo que se infiere, los votos obtenidos por un candidato, estarán sujetos a errores, independientes de la forma de la encuesta, de la redacción de las preguntas, del tono del encuestador, en fin, del tiempo, la sequía, estado de ánimo y quizá cuanto otros factores imposibles de dimensionar en su diseño y que puedan incidir en los resultados.


Esto significa que el resultado de la encuesta no es un número con grados de incertidumbre. Por ejemplo, Cadem señala que los valores estimados tienen un margen de error de 3.1 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, por lo tanto, el 23 % estimado para Kast está dentro del rango 20 a 26%. De igual modo, el 20 % que estimado para Boric está en el rango 17 a 23%. De ahí que la correcta interpretación de la encuesta es que hay un empate dado que ambos márgenes se superponen entre los valores 20 % a 23 %. En las encuestas de Tuinfluyes esa sobreposición se da en el rango 29 A 30 %, en el de Criteria entre el 23 y 24 %. Feedback no informa sobre el rango de sus estimaciones.


La teoría indica que, si se realizan repetidas muestras, bajos las mismas circunstancias y con iguales características deberían arrojar resultado cuyo promedio sería el verdadero. Sin embargo 3 o 4 encuestas no son suficiente para que el promedio de los promedios de todas esas encuestas apunte al valor real que conoceremos el día de la próxima elección presidencial.


En resumen, la única conclusión es que existe un empate entre Kast y Boric y que la llegada puede ser muy estrecha. Solo el 21 de noviembre sabremos los resultados reales que permitirá evaluar hasta qué punto las encuestas acertaron con la votación de los candidatos.


Con todo, las encuestas continuarán realizándose, el hombre no resiste jugar o participar en las loterías, rifas, el loto, Kino, el casino.



Javier Fuenzalida A,

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