​La importancia del suministro hídrico como infraestructura crítica minera

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Con más de un siglo de experiencia en el diseño y construcción de infraestructura para los sectores de energía, agua y telecomunicaciones, la empresa estadounidense Black & Veatch comenta que las obras de suministro hídrico son parte de la infraestructura crítica de las operaciones mineras. “El agua tiene un rol clave en el desarrollo de la minería y sin acceso a ella esta actividad no podría desarrollarse. Sus múltiples usos incluyen agua para procesos de la operación minera, supresión de polvo y el suministro para campamentos, entre otras aplicaciones”, explica Sergio González, Project Manager Water Mining de Black & Veatch.

En medio de una crisis de escasez hídrica, el suministro de agua -y su uso responsable- está enmarcado en desafíos y oportunidades que obligan a pensar en soluciones innovadoras de cara al presente y el futuro de la industria minera. En el contexto actual, el “estrés hídrico” constituye uno de los principales riesgos para el desarrollo de la actividad minera, este ocurre cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad, ya que proyectado en el tiempo su impacto será cada vez más severo debido al aumento a la demanda de commodities. “El crecimiento de la población y la necesidad de materiales tendrá un impulso en la demanda de minerales y, por tanto, las compañías mineras están invirtiendo mayores recursos para optimizar su gestión de recursos hídricos e incorporar nuevas fuentes de suministro”, detalla el ejecutivo de la empresa con casa matriz en la ciudad de Kansas City, Estados Unidos.

Se estima que el 76% de las fuentes de agua que abastecen a la minería en Chile están expuestas a los efectos del cambio climático, un porcentaje relevante si se tiene en cuenta las proyecciones de estrés hídrico y el impacto esperado para Chile en los próximos 20 años. Entonces, ¿de dónde va a provenir el agua para abastecer a las operaciones mineras? “Las principales fuentes de suministro hídrico para la minería son las aguas continentales (superficiales y subterráneas), el agua de mar y la recirculación de aguas al interior de la operación. Actualmente, en Chile operan 11 sistemas de suministro de agua de mar, 8 de ellos incluyen plantas desaladoras y 3 abastecen a operaciones con agua de mar”, agrega el experto en agua para la minería.

Para optimizar este escaso y vital recurso, la gestión del agua es clave y por tanto conocer el rendimiento del agua o “huella hídrica” minera es fundamental. “La huella hídrica permite comparar el rendimiento del agua en forma estandarizada. Para ello se requiere conocer los distintos usos y consumos dentro de la operación, la infraestructura de manejo de aguas y decisiones de la operación en materia de gestión de recursos hídricos. La minería ha logrado importantes avances en cuanto a eficiencia del uso de agua y mitigación del impacto ambiental”, añade González, quien agrega que la infraestructura de suministro de agua, independiente de la fuente de ésta, debe contar con consideraciones de diseño que contemplen el medio ambiente y la comunidad, las condiciones sísmicas, el clima, el riesgo de tsunami, la confiabilidad y la vida útil, además de que todos los proyectos deben contemplar estos aspectos y cumplir con los requerimientos que establece la operación minera en cuanto a caudal de agua a suministrar, disponibilidad y confiabilidad.

“Otro de los desafíos que enfrentamos, junto con el estrés hídrico, es que el marco regulatorio actual no fomenta la cooperación e integración de proyectos ni el uso de efluentes que son descargados al ambiente”, destaca el experto, quien añade que el uso de agua salobre y su recirculación, tiene impacto en la operación e infraestructura de procesos además de la conservación de la infraestructura de suministro de agua existente. “Para suministrar agua se requiere energía y por tanto cualquier iniciativa que facilite el acceso a este último recurso ayudará a la implementación de proyectos de suministro hídrico. También está la posibilidad de implementar proyectos que suministren agua y energía en forma conjunta como es el caso de generación hidroeléctrica mediante almacenamiento por bombeo”, explica el ejecutivo de Black & Veatch.

Considerando todos estos desafíos, resulta fundamental el acceso a la información para la toma de decisiones y sustentar el posterior esfuerzo de identificación de riesgos/medidas de mitigación y planificación. “Mediante colaboración se podría facilitar el desarrollo de la infraestructura, permitiendo que usuarios de la pequeña y mediana minería, junto a otras industrias y comunidades vecinas, puedan tener acceso al recurso hídrico”, agrega el especialista en suministro hídrico para la minería, quien recalca además que la falta de un plan regulador/normativa pensada a largo plazo, y que permita adaptarse a las necesidades del momento, dificulta cualquier esfuerzo de colaboración y, por tanto, se ve como necesidad un mayor aporte por parte del Estado para incentivar un ambiente colaborativo.

europapress