VV “Votando Vacunado”

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Javier FuenzalidaTranscurridos 15 meses, desde Marzo 2020, la campaña contra el covid ha logrado vacunar 7,5 millones de personas con las dos dosis. Esto significa 25.000 vacunados por día con la participación de 1.000 practicantes habilitados con sus asistentes. La logística ha hecho posible estos logros, pero aun quedan otros 9,7 millones de personas por vacunarse con las dos dosis para cumplir el objetivo de atender a 16 millones de personas, el 80 % de la población.


Alcanzar ese objetivo tomará prácticamente un año y medio más si los índices de evolución de la pandemia no muestran una reducción en la transmisión de la infección. El índice “R” se mantienen en valores superior a 1 lo que indica que cada infectado puede contagiar al menos a una personas más. Los promedios diarios indican que, desde el 1 de enero del 2021, se infectan 5.000 personas y 82 fallecen. Se realizan diariamente 55.688 exámenes en que el 9 % resultan positivos que arriesgan a contraer el covid y transmitirlo. Las camas y respiradores continúan utilizándose casi al máximo disponible.


Manteniéndose el plan tal cual y que tanto la autoridad como la OMS y los medios lo consideran exitoso, pasará otros 15 meses hasta alcanzarse el objetivo de erradicación total de la pandemia y habrán fallecido en total del orden de 60.000 personas. No hay información sobre cómo la infección tenderá a decrecer a medida que nos acerquemos a la meta de 16 millones vacunados con las dos dosis.


Frente a las lamentables muertes, la pregunta que fluye es si hay alguna otra forma de acelerar la inmunización y por lo tanto reducir a un mínimo cercano a cero el ritmo de fallecimientos. Los críticos no han presentado propuestas alternativas.


La señora Daza informó que, en los días 15 y 16 de las elecciones, “no hubo eventos particularmente importantes, se practicaron 9.600 fiscalizaciones y 60 sumarios sanitarios”. Obvio, el virus no vota y la epidemia continúa. Según los informes del Minsal, durante ese fin de semana hubo 13.089 infectados y cerca de 200 muertos, no se informó cuántos se vacunaron, a cuántos se le practicaron el PRC y cuál fue el porcentaje de positividad. Presumiblemente los vacunatorios estuvieron cerrados porque el virus no fue candidato a nada.


Las matemáticas ayudan. En base a las estadísticas sobre la pandemia, si en cada lugar de votación, unos 100 locales, se hubieran instalado puestos vacunatorios con 8 personas habilitadas para vacunar con sus respectivos asistentes, se habrían requerido 1.600 funcionarios sanitarios, número suficiente para vacunar a los seis millones de votantes. La Sra. Daza habría podido decir triunfantemente ¡Misión Cumplida! No más muertos de los 30.000 que con toda seguridad ocurrirían de continuar con la logística actual.


¿Por qué no lo hicieron? Frente a esta hecatombe el estado debiera haber acudido donde se encuentran los ciudadanos y no esperar que las personas fueran a los locales donde se vacunaba. Como los bomberos. Acuden al lugar del incendio y no éste al cuartel de los bomberos.


Algunos explican que las vacunas deben mantenerse a una cierta baja temperatura. La de Pfizer no lo requiere. Pero un cooler portátil es suficiente como se observa en los vacunatorios. De ahí que la única razón es que la burocracia es muda, sorda, ciega e incomunicable entre sí, incluso a niveles de alta jerarquía. A nadie le importa lo que ocurre fuera de los metros cuadrados de su escritorio. Ni el Presidente de la República, ni el ministro Paris, ni el director del Servel, ni la Sra. Daza, ni los parlamentarios y jueces han reparado en que la lentitud e ineficiencia seguirá cobrando muertes durante los próximos quince meses. Nadie será enjuiciado ni culpado porque la burocracia es un conglomerado anónimo. Emergencias como la que estamos viviendo no están en sus manuales. A lo más se dirá que la culpa es del sistema, del modelo o del neoliberalismo.


Es posible que haya ciudadanos que no estén dispuestos a vacunarse cuando vayan a votar. Una corta ley de un artículo podría obligarlos, de la misma forma que se dictó el Art. 318 bis del Código Penal. Algo excepcional por una sola vez.


Tendremos una nueva elección de segunda vuelta en los próximos meses y en seis meses más de parlamento y presidente. Aun es tiempo para salvar miles de vidas… si es que el gobierno y parlamento actúan con agilidad y no como tantas leyes arrugadas que han estado en trámite por 2, 5, 10 y hasta 17 años.



Javier Fuenzalida A.

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