B. Central: mera disponibilidad de nuevos créditos para capital de trabajo ya no sería suficiente para satisfacer las necesidades de las empresas

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En la Reunión de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central celebrada en enero pasado, el Consejo del organismo votó de manera unánime en mantener la tasa de interés en 0,50% y continuar con la política de reinversión del programa de bonos bancarios anunciada en diciembre. Asimismo, acordó adecuar la FCIC, abriendo una tercera etapa que contempla un monto de US$10 mil millones y una vigencia de seis meses. Además, acordó ampliar los colaterales elegibles para esta etapa, agregando la cartera comercial de categorías A5 y A6 con garantía estatal.

Así lo expone la minuta de dicha reunión publicada este jueves por el ente rector. En la oportunidad, todos los consejeros coincidieron en que, dado el contexto macroeconómico causado por la pandemia, el mensaje de política monetaria debía seguir enfatizando que se mantendría un elevado impulso monetario por un período prolongado de tiempo, de modo de asegurar la consolidación de la recuperación económica y el cumplimiento de los objetivos del Banco. Esto hacía prever que la TPM seguiría en su nivel mínimo durante gran parte del horizonte de política monetaria de dos años y que las medidas no convencionales continuarían en aplicación.

También hubo consenso en que el avance en el proceso de recuperación económica hacía necesario adecuar las condiciones financieras para que las empresas pudieran hacer frente a las necesidades que surgían en esta nueva etapa del ciclo económico. En particular, hubo acuerdo en que el debilitamiento de la demanda y oferta de crédito comercial observado en los últimos meses reflejaba que la mera disponibilidad de nuevos créditos para capital de trabajo ya no sería suficiente para satisfacer las necesidades de las empresas. Esto, porque algunas necesitaban financiamiento para inversiones o porque otras registraban una acumulación de obligaciones que no estarían en condiciones de cumplir con los flujos de ingresos que tendrían en los meses siguientes.

Todos los consejeros estuvieron de acuerdo en que el Banco podía jugar un rol relevante proveyendo la liquidez necesaria para que el sistema financiero generara la condiciones para que las empresas lograran adecuar su carga financiera. En particular, la recientemente aprobada legislación sobre garantías estatales —Fogape Reactiva— abría un espacio para que el Banco adaptara la FCIC y cumpliera con el compromiso establecido en el Comunicado de la Reunión anterior. Esta adecuación de la FCIC involucraba completar el impulso comprometido por el Consejo a través de instrumentos no convencionales, mediante un mecanismo que había asegurado una efectiva transmisión de la política monetaria. “Para ello, aun manteniendo las condiciones financieras residuales de la segunda etapa de la FCIC, sería necesario adecuar las condiciones de acceso, incorporando las nuevas definiciones del Fogape, focalizarse en flujos brutos, dado que no se buscaba elevar necesariamente el apalancamiento de las empresas, y ampliar los colaterales”, sentenció la autoridad.

europapress