Sr. Director,
Mientras las organizaciones analizan y evalúan diversas opciones de cómo enfrentar financieramente los meses venideros, es muy importante que también sean minuciosas en la preparación y revelación de la información en los estados financieros del 2020, partiendo por el próximo cierre del 30 de junio. Esta crisis ha modificado el escenario existiendo aspectos que resultarán cruciales para la comprensión del mercado.
El IASB -ente encargado de emitir las IFRS- ha puesto énfasis en el análisis de la normativa existente y sus espacios de mejora. Se busca generar aclaraciones acorde a los vaivenes del mercado. Esto es clave, porque cualquier modificación, alcance o consideración en alguna normativa debe aplicarse en la preparación de los estados financieros, lo que implica revisar los modelos y procesos de preparación de información financiera en un contexto diferente al cierre del 2019.
A modo de ejemplo, a fines de mayo el IASB emitió alcances y consideraciones en la norma NIIF 16 arrendamiento, que entró en vigencia en 2019. El impacto de esto se relaciona con los cambios que se generarán en los cánones de arriendo y en las plusvalías de las propiedades durante y después de la pandemia.
Máxima atención también debe dar a ciertas normas contables implementadas en los últimos dos años. En la actual crisis, su análisis e interpretación puede significar un riesgo a gestionar en las organizaciones.
De no considerar estos aspectos, se podrían generar problemas serios en los análisis financieros de los negocios y sus proyecciones.
Guillermo Rebolledo
Profesor UEjecutivos
Facultad de Economía y Negocios
Universidad de Chile