Repensar a la Universidad

|


Luis Riveros (columnista)

Las universidades necesitan transformaciones importantes para aumentar la relevancia de su respuesta a los problemas que antepone la sociedad del conocimiento. Una de las limitantes para un más efectivo trabajo universitario es la tradicional organización en términos de Facultades y Departamentos que responde a criterios disciplinarios más bien verticales y estrechos. La realidad que se plantea hoy, sin embargo, es cada vez más “interdisciplinaria”, lo cual debería impulsar el cultivo de un conocimiento más bien de índole transversal. Ello aumentaría la relevancia de la respuesta formativa y en la generación de nuevo conocimiento, obligando a la colaboración de distintas áreas y disciplinas en la producción de docencia e investigación integradoras, superando de este modo a la tradicional cultura del aislacionismo disciplinar. Más aún, el cultivo fuertemente disciplinar que forma parte de la tradición de la universidad moderna, no sólo inhibe la obtención de respuestas relevantes frente a la realidad que debe asumir la tarea universitaria, sino que también introduce una singular ineficiencia en el uso de los recursos. No es nuevo argumentar que la universidad en su estructura tradicional, duplica recursos y esfuerzos que podrían muy bien ser utilizados más productivamente en un contexto de colaboración interdisciplinaria. Sorprende ver, por ejemplo, la reducida existencia de programas interfacultades en las principales universidades del país, casi como una señal de que se pretende que las respuestas a los requerimientos de la realidad sean abordables sólo por la vía de una mirada singular. Lo que es más serio, presumiblemente no se abordan problemas de destacada relevancia a nivel de la realidad social y productiva del país por carecerse de los instrumentos y aparatos colaborativos destinados a elaborar tales respuestas. La misma formación profesional que actualmente domina al sistema, se da en la mirada estrecha que provee el marco conceptual e instrumental de cada disciplina, sin enriquecerse la visión que hoy día se precisa en términos de integración del conocimiento proveniente de distintas vertientes. Debe producirse un debate profundo en esta materia para que las universidades se vean estimuladas a llevar adelante un cambio en su tradicional enfoque y organización, en la dirección de la mayor relevancia de su trabajo.


Profesor Luis A. Riveros

europapress