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Leonardo Quijarro Santibáñez |
Durante el último siglo nuestro planeta ha sufrido, incrementalmente, una variación en sus temperaturas y clima en general, cuyos efectos y potenciales consecuencias se estudian y difunden, por lo menos, desde mediados del siglo pasado. Estas variaciones han ido definiendo una serie de documentos e información la que la comunidad global ha enmarcado en el concepto de Cambio Climático.
La crisis arancelaria que se ha producido a propósito de una nueva tabla de estos gravámenes impulsada por los Estados Unidos de Norteamérica busca, a través de este mecanismo, devolver a esta nación a una posición de liderazgo a nivel mundial en todas las dimensiones del Poder Nacional, vale decir, desde la perspectiva económica, política (tanto interna como externa), diplomática y militar, irrumpiendo en cada uno de estos ámbitos en la escena mundial con diferentes acciones desde que asumiera su segundo mandato el presidente Donald Trump.
Los primeros meses de este 2025 han estresado nuestra capacidad de comprensión y análisis respecto de los principales y más conocidos conflictos en desarrollo, a saber, la guerra entre Rusia y Ucrania y, por otro lado, al que enfrenta a Israel con el grupo islámico Hamás en la franja de Gaza, sin poder dejar de lado, en forma paralela, lo que ocurre en Cisjordania y el Líbano, en este último país, contra el grupo Hezbollah.
El día 24 del presente mes se cumple un nuevo aniversario de la guerra que sostienen Rusia y Ucrania. Al igual como ocurre con múltiples hechos noticiosos que, en su minuto, nos horrorizan o generan al menos algún nivel de asombro, pero que, el transcurso del tiempo se encarga de minimizar y hasta borrar de nuestras miradas y preocupaciones, este conflicto no es la excepción.
Después de meses de negociaciones, el miércoles 15 recién pasado, Israel y el grupo islámico de Hamas alcanzaron un acuerdo de Alto al Fuego de las acciones militares que se desarrollan en los territorios de la Franja de Gaza.
Un nuevo año entra en su etapa final del calendario en el mes de diciembre. Hace, prácticamente, un año calendario, reflexionábamos, a propósito de la guerra entre Israel y el grupo miliciano de Hamás en la franja de Gaza, cómo sus alcances, peligrosamente, se extendían más allá del territorio mencionado, incorporando a otros actores desde el Líbano, Irán o el lejano Yemen, pensando el riesgo que esto suponía para la estabilidad mundial.
Entramos en el crepúsculo de este año 2024 y la vorágine de nuestro quehacer cotidiano hace que múltiples eventos, tanto locales como a nivel mundial, capturen parcialmente nuestra atención o, definitivamente, pasen desapercibidos. El conflicto entre Rusia y Ucrania se encamina a completar su tercer año siguiendo su devastador desgaste, tanto en vidas como en material e infraestructura; sin embargo, hoy en día aparece tímidamente en alguna nota que nos muestra la situación actual de la guerra.
Comienza el mes de octubre, y nos encontramos a días de que se cumpla un año del feroz ataque que las milicias musulmanas de Hamas realizasen incursionando en el territorio de Israel, matando y raptando a militares y civiles, lo que condujo a la guerra declarada por el Estado de Israel contra el mencionado grupo musulmán en territorios de la franja de Gaza.
La globalización ha caracterizado la evolución económica desde finales del siglo XX y lo que va del presente, haciéndonos perder conciencia de las distancias entre productores y consumidores gracias a la internet, el incremento de las modalidades en el transporte de cargas y del comercio internacional. Todo lo anterior ha contribuido a, de alguna forma, tener la percepción que el mundo se contrajo y todo está al alcance de la mano.
Conscripción, gasto militar, utilidad y empleo de capacidades militares entre otras, estuvieron bajo permanente escrutinio y con una mirada de mayor distancia ante la “imposibilidad” de retroceder en el nuevo orden mundial post Guerra Fría, llevando, como consecuencia, a una cada vez menor asignación de recursos para la Defensa que, a contar de febrero de 2022, trajo a todos una la realidad que continua hasta el día de hoy.