Jorge Fuentes



Jorge Fuentes


En medio de la devastación que deja a su paso un mega incendio, no sólo nos enfrentamos a la pérdida tangible de hogares, sino también a una herida profunda en aquellos que lo han vivido.

La reciente revelación de que cuatro de cada diez chilenos experimentan tristeza constante o gran parte del tiempo, según un estudio sobre el "Bienestar emocional de los chilenos pospandemia" de la Escuela de Psicología de la Universidad de Los Andes, es una llamada de atención urgente para que, como sociedad, nos hagamos cargo, ya que estas cifras reflejan la complejidad de los desafíos emocionales que enfrentamos.

En la encrucijada entre el miedo que genera la creciente inseguridad y el bienestar mental de los chilenos, surge una problemática que va más allá de la seguridad física y se adentra en el ámbito de la salud mental. El Termómetro de la Salud Mental 2023 de la ACHS y la Universidad Católica revela que el 67% de los chilenos identifica la delincuencia como la principal fuente de estrés, una cifra que apenas ha variado desde abril de 2021. Este dato invita a reflexionar sobre cómo el clima de inseguridad impacta directamente en el equilibrio psicológico de la población.

Que en los últimos años la salud mental haya emergido como el principal problema de salud para los chilenos, no es un tema de percepción. Según el estudio “Monitor Global de Salud 2023” de la consultora Ipsos, un impresionante 66% de los chilenos considera la salud mental como el mayor desafío en el país, superando el promedio mundial y colocando a Chile en segundo lugar, sólo detrás de Suecia.

En la vorágine del mundo laboral, a menudo olvidamos que los colaboradores no son meras piezas intercambiables en el engranaje de una empresa. Son seres humanos con necesidades físicas y emocionales, y entre estas últimas, destaca de manera crucial la salud mental, por lo que ignorar este aspecto puede resultar fatal para la continuidad y prosperidad de cualquier organización.

Durante el año 2022, la salud mental ocupó un lugar prominente en la lista de preocupaciones en el mundo laboral. Los datos de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) nos revelan una realidad alarmante: más de la mitad de los días laborales perdidos debido a enfermedades profesionales se relacionaron con problemas de salud mental.

Cada vez más, la sociedad está tomando conciencia de la importancia de cuidar la salud mental. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Trabajo están liderando este llamado, abogando por medidas que aborden trastornos como el estrés y la depresión. Y es que cada vez es evidente que la salud mental es esencial para el bienestar y la prosperidad de la sociedad, y debe ser una prioridad en todas las áreas de la vida, incluyendo el entorno laboral.

La salud mental de los trabajadores es una preocupación que ha ganado una relevancia sin precedentes durante este año.

El impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes es un tema que merece toda nuestra atención, más aún cuando sus referentes muestran su propia vulnerabilidad en el mismo espacio que construyeron para generar un vínculo con sus seguidores, pero sin que ellos -o quienes ven sus contenidos- tengan necesariamente las herramientas y los soportes emocionales para enfrentar escenarios complejos.

El último informe de estadísticas de Seguridad y Salud en el Trabajo 2022 vuelve a sorprender con sus resultados luego de evidenciar que un 67% de los trabajadores encuestados señalan presentar enfermedades de salud mental, superando con 10 puntos las cifras del 2019, cuando las licencias, por este problema, ya eran un tema relevante en el país.