Francisco Recabarren, fundador y gerente general de Hogarizate.

Acceso a la vivienda propia: El gran desafío para las nuevas generaciones

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Sr. Director:


El estudio de movilidad social multidimensional 2024, elaborado por la Universidad Andrés Bello reveló que un 26,9% de las personas entre 35 y 55 años tiene hoy menos posibilidades de acceder a una vivienda que sus padres.


Durante muchos años, tener una casa propia fue el objetivo de la mayoría de las familias chilenas. Era una meta posible, alcanzable con trabajo y ahorro constante. Sin embargo, esa aspiración se ha vuelto cada vez más difícil. Hoy, para una gran parte de la población adulta, la propiedad parece más una meta lejana que una realidad alcanzable.


El estudio que revela la brecha entre generaciones pone en evidencia un cambio notorio: los precios de las viviendas han crecido muy por encima de los sueldos durante los años, las tasas de interés han aumentado y los requisitos de crédito son cada vez más exigentes. Así, miles de personas con empleos estables y capacidad de pago quedan fuera del sistema financiero actual. No se trata de falta de esfuerzo, sino de condiciones que ya no se ajustan a la realidad de la mayoría.


A esto se suma el alto costo de los arriendos, que absorben gran parte del ingreso familiar y dificultan el ahorro para el pie. Es una situación compleja, quienes arriendan no pueden ahorrar lo suficiente para comprar, y quienes quieren comprar deben recurrir a créditos inalcanzables. Todo esto ha configurado un escenario donde acceder a la vivienda se ha vuelto un lujo.


Hablamos de familias que llevan años esperando una oportunidad; profesionales que cumplen con sus obligaciones, pero no logran cumplir los criterios de riesgo establecidos por los bancos; o matrimonios jóvenes que ven cómo el precio del metro cuadrado se aleja más rápido que su capacidad de ahorro.


En la actualidad, la evolución tecnológica y financiera permite diseñar sistemas más innovadores. En Hogarízate promovemos un modelo que combina el arriendo con la posibilidad de destinar parte de ese pago a reunir el pie inicial, permitiendo avanzar hacia el sueño de la casa propia.


En resumen, facilitar el acceso a la vivienda impulsa el bienestar de las familias y el desarrollo del país. Con nuevas herramientas y modelos más flexibles, el desafío está en que las empresas del sector se adapten al contexto actual y acerquen estas oportunidades a quienes buscan construir su hogar.



Por: Francisco Recabarren, fundador y gerente general de Hogarizate.


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